«El presidente de la República se burló de nosotros»: 3 preguntas para entender las masivas protestas en Francia contra el gobierno de Macron
El jueves, más de un millón de personas salieron a las calles de todo el país, según datos del Ministerio del Interior.
Una de las principales confederaciones de trabajadores, la CGT, situó esa cifra en 3 millones.
En París, donde las manifestaciones por lo general han sido pacíficas, unas 120.000 personas salieron a protestar.
En la capital francesa se registraron enfrentamientos ocasionales entre la policía e individuos enmascarados que rompieron escaparates, destrozaron mobiliario urbano y atacaron un restaurante McDonald’s, según informó la agencia de noticias Reuters.
La policía disparó gases lacrimógenos contra los manifestantes y unas 80 personas fueron detenidas en todo el país.
En Burdeos, en el suroeste del país, el fuego envolvió la puerta principal del ayuntamiento de la ciudad después de un día de protestas y enfrentamientos. El incendio fue sofocado rápidamente por los bomberos.
También ha habido una serie de huelgas de trabajadores del transporte, de la basura, de la educación y de otros sectores en todo el país.
La primera ministra de Francia, Élisabeth Borne, tuiteó: «Manifestar y expresar desacuerdos es un derecho. La violencia y la degradación que hemos presenciado hoy es inaceptable. Todo mi agradecimiento a la policía y las fuerzas de rescate movilizadas».
El viernes se anunció que la visita de Estado del rey Carlos III a Francia, que iba a comenzar el domingo, fue postergada.
Te explicamos a continuación en qué consiste la ley de pensiones y por qué es tan controvertida.
¿Qué implica la nueva reforma?
La nueva ley de pensiones tiene como principal objetivo elevar de manera gradual la edad de jubilación de 62 a 64 años para 2030.
El aumento se llevará a cabo en base a incrementos de tres meses por año, comenzando en septiembre de 2023.
La última vez que se modificó la edad de jubilación en Francia fue en 2010, antes de lo cual se ubicaba en los 60 años.
La reforma también adelanta a 2027 la exigencia de cotizar 43 años para obtener una pensión y no 42 años como ocurre hasta ahora.
Además, le nueva ley elimina los privilegios de jubilación que disfrutan algunos empleados del sector público, como los trabajadores del metro de París.
La resistencia a la nueva ley se tornó aún más fuerte después de que el 16 de marzo el gobierno forzarasu aprobación sin pasar por la Asamblea Nacional -la cámara baja del Parlamento- donde no tiene una mayoría absoluta.
¿Por qué Macron está decidido a implementar la nueva ley?
La ley de pensiones fue una de las propuestas principales de Macron durante su campaña para las elecciones presidenciales de 2022.
Y las protestas y huelgas que comenzaron en enero, no han hecho dar marcha atrás al presidente, quien esta semana sobrevivió dos mociones de confianza y defendió la reforma en una entrevista en televisión.
«Esta reforma es necesaria», dijo Macron y subrayó que la implementación de la misma se llevará a cabo a fines de 2023.
El presidente afirma que la reforma de las pensiones es una forma «impopular pero necesaria» de asegurar el futuro del sistema de pensiones del país.
Según el mandatario, la medida es crucial para evitar el colapso del generoso sistema estatal de pensiones de Francia y para garantizar que los ciudadanos más jóvenes no asuman la carga de financiar a las generaciones mayores.
Macron dice que se trata de «ahorrar y prevenir déficits» en las próximas décadas.
Pero los opositores argumentan que la medida afectará de manera desproporcionada a los obreros, quienes tienen más probabilidades de comenzar a trabajar a una edad más temprana y tienen trabajos físicamente más exigentes que los ejecutivos y empleados administrativos.
¿Cederá alguna de las partes?
El gobierno sobrevivió dos votos de confianza esta semana. Ahora habrá que ver si la determinación de Macron puede superar la capacidad de los sindicatos para ejercer presión en las calles.
Las encuestas han mostrado que más de dos terceras partes de los ciudadanos se oponen a la reforma de pensiones.
Y según France 24, «una amplia mayoría de los franceses también ha expresado su apoyo a las huelgas que han interrumpido las clases, el transporte público y la recolección de basura».
Los líderes sindicales, que desde enero prometieron bloquear la ley mediante huelgas y protestas, calificaron los comentarios que hizo Macron el miércoles al defender su reforma de «despectivos».
«El presidente de la República se burló de nosotros», le dijo Marie Buisson, alta funcionaria de la CGT, a la cadena de radio France Info.
Agregó que estaban «determinados» a seguir protestando. «Ya que (la ley) se aprobó por la fuerza, hay indignación», declaró. «Nuestro objetivo es que el máximo número de personas pare de trabajar».
Las huelgas generalizadas el jueves provocaron importantes interrupciones del transporte en las carreteras y trenes, y cancelaciones de vuelos.
Los sindicatos convocaron a nuevas protestas para el próximo martes.
Macron enfrenta un enorme desafío. Su proyecto principal ha sido aprobado, pero con un alto costo político y la inconformidad de la mayor parte de los ciudadanos.