Multitudinarias protestas populares ocurrieron el lunes en Francia mientras el presidente del país, Emmanuel Macron pronunciaba su primer discurso sobre la reforma jubilatoria.

Los manifestantes quemaron barricadas en las calles de París, Rennes, Burdeos, Lyon y otras ciudades para expresar su descontento e inconformidad con la ley que se promulgó el pasado sábado.

Según los medios locales, se juntaron miles de personas y hasta el momento se reportan al menos 11 detenciones, mientras que las fuerzas del orden arrojaron gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes.

De igual forma, se reportó que en la localidad de Angers hubo enfrentamientos entre manifestantes y policías que usaron gases para dispersar a las personas, y provocaron pérdidas materiales y daños a varios inmuebles.

En la ciudad de Lyon, ocurrió un incendio frente al edificio de la Policía municipal y en Rennes, frente a una sucursal bancaria; mientras en Marsella se demandó la renuncia del presidente.

Por su parte, en el discurso de esta jornada el mandatario reconoció que no ha sido aceptada la reforma y mostró su inconformidad ante el hecho de que “no se haya logrado un consenso”.

Sin embargo, anunció la entrada en vigor de la ley en el próximo mes de septiembre e indicó que «los cambios previstos por la reforma de las pensiones entrarán en vigor gradualmente».