Ante la falta de mano de obra, Suiza quiere formar a quienes reciben ayuda social
¿Cuál es la situación del mercado laboral suizo?
En Suiza, la escasez de mano de obra ha alcanzado niveles récord en 2022. El número de puestos de trabajo no cubiertos ha superado por primera vez los 100,000. La tasa de desempleo —el 2.2 %—, por su parte, es la más baja de los últimos 20 años. ¿Resultado? El sector secundario (industria) y el terciario (servicios) se enfrentan a enormes dificultades para encontrar personal.
No se espera que la situación mejore en los años venideros. Ya que, según la Unión Patronal Suiza (UPS) que agrupa al empresariado, en los próximos diez años podría faltar casi medio millón de trabajadores.
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¿Qué soluciones quiere aplicar la economía?
Para remediar la falta de personal, la prioridad del sector económico es aprovechar el potencial de la mano de obra autóctona. La UPS ha identificado algunas fuentes de mano de obra potenciales: jóvenes, mujeres —en especial madres—, personas mayores, gente con problemas de salud y personas refugiadas admitidas temporalmente, así como quienes cobran las ayudas sociales.
¿Qué medidas están previstas para quienes obtienen asistencia social?
Para la Conferencia de Instituciones de Asistencia Social (CSIAS) y la Federación Suiza de Formación Continua (FSEA), todas las personas que en Suiza reciben asistencia social deben tener la posibilidad de recibir formación continua. Por lo que ambas organizaciones pretenden intensificar la propuesta de formación continua iniciada en 2018.
La asistencia social antes se centraba más en la reinserción laboral que en la formación, explican el CSIAS y la FSEA. “La experiencia, sin embargo, demuestra que mejorar las competencias hace que la integración en el mercado laboral sea más sostenible. Es un cambio de paradigma en este campo”, dice el presidente de la FSEA y diputado socialista Matthias Aebischer.
Este empuje a la formación, asimismo, busca mejorar la cooperación entre los servicios sociales y la economía. Así pues, se reducirán los criterios para que las personas que perciben asistencia social puedan acceder a determinadas ramas de la economía.
¿Quién recibe asistencia social en Suiza?
La asistencia social es una prestación de último recurso que se concede a personas en situación de emergencia. Cubre el salario mínimo vital fijado por la ley. Los cantones y municipios corren con los gastos.
265 100 personas recibieron asistencia social en 2021, es decir, el 3,1 % de la población suiza. Un porcentaje que ha variado poco en las dos últimas décadas, incluso a pesar de la crisis de la COVID-19. La tasa de asistencia social más alta —si se compara con el resto de los grupos de edad— corresponde a la infancia y adolescencia.
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Las personas extranjeras y quienes han hecho frente a un divorcio, así como quienes no tienen estudios postobligatorios, son grupos de riesgo. En 2021 recibieron asistencia social unas 182 000 personas en edad de trabajar (entre 18 y 64 años). De las que casi la mitad carecía de cualificación profesional y un tercio presentaba dificultades en competencias básicas. Esto corrobora la importancia de la formación.
¿Qué proyectos se han llevado a cabo?
El empuje a la formación continua hasta ahora ha permitido que nueve servicios sociales se hayan beneficiado de ayuda para mejorar su estructura de protección en esta materia.
En la Suiza de habla alemana, por ejemplo, quienes perciben la asistencia social en el cantón de Lucerna han recibido vales de formación por valor de 500 francos para reforzar sus competencias básicas. La plantilla de servicios sociales les ha ayudado a elegir los cursos y a matricularse en ellos.
En el cantón del Tesino, en breve se van a establecer los denominados Caffè APPrendo: espacios informales de aprendizaje que permiten adquirir competencias básicas y favorecen la alfabetización en medios digitales, así como el paso a la acción y la autoorganización.
En la Suiza de habla francesa, el cantón de Vaud ha sido pionero en este campo. En 2006, puso en marcha un programa para animar y apoyar a jóvenes que reciben la asistencia social a completar una formación. Quienes participan en el programa reciben una beca y asesoramiento personalizado durante toda su formación y así se busca evitar que abandonen el aprendizaje. Con una tasa de éxito del 70 %, este apoyo ha permitido que 2 600 personas hayan obtenido un diploma.
De aquí a 2026 el objetivo es ampliar este tipo de ofertas a toda Suiza. Para lo cual unos 40 servicios sociales adicionales deberán contar con la infraestructura necesaria.