Mi corazón está roto… nos negamos a protegerlos

27-05-2022
Mujeres
Ojalá, República Dominicana
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(A propósito de la masacre en la escuela primaria de Uvalde, Texas, EEUU, el pasado 24 de mayo)

Tengo niños en edad escolar en los Estados Unidos.

Tengo una niña en 2do que se pone ansiosa y llora si no estoy entre los primeros carros en la línea de recoger.

Tengo una niña en 2do que se preocupa cada vez que hay un simulacro de ataque, solo porque puede ocurrir uno en realidad.

Tengo una niña en 2do que se tapa los oídos y se esconde cuando truena.

Tengo una niña en 2do que se preocupa por las personas dentro de una ambulancia si va con las sirenas activadas.

Tengo una niña en 2do que dice una oración pequeñita si ve un camión de bomberos yendo muy rápido a algún lugar.

Tengo una niña en 2do que ama ir a la escuela y no tengo el corazón para decirle sobre las noticias del día de hoy.

No puedo decirle que se va a hacer algo para que no vuelva a ocurrir, porque nada ha cambiado después de Sandy Hook.

No puedo explicarle que sus simulacros de encierro, en los que se esconden con las luces apagadas y se quedan calladitos, no fue simulacro para esos niños en Texas. Allí fue real.

Tengo una hija en 8vo que sabe todo lo que pasó y no quiere ir a la escuela mañana. Ella sabe que existen los que imitan.

Tengo hijos en edad escolar y temo por sus vidas.

Me asustan las llamadas de la escuela. Cada vez que escucho sirenas que van en dirección de las escuelas me pongo nerviosa y preocupada.

Me casé con un “tipo bueno armado”, que se preocupa de no poder usarlas a tiempo porque las mantiene bajo llave como un dueño de armas de fuego responsable.

Hemos discutido mudarnos a otro país a donde este tipo de tragedias no ocurran.

Mi corazón está roto, por aquellos maestros, niños, administradores y personal que tienen que ir a las escuelas o al trabajo listos para morir porque nosotros nos negamos a protegerlos.