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Las mujeres dominicanas, como otras en el mundo, la han pasado muy mal en el último año por culpa del COVID-19 y sus consecuencias.

El miedo al contagio, afanar más con los quehaceres de la casa, convertirse en maestras de sus hijos, extremar la higiene en la familia y cuidar la relación de pareja.

Y encima de eso, trabajar fuera de casa o teletrabajar. Algunas como valientes médicas, enfermeras y policías.

Una sobrecarga laboral y emocional tremenda.

Decenas de miles de mujeres en nuestro país perdieron sus empleos porque comercios, plazas y empresas, cerraron o redujeron personal; muchas otras porque el nuevo gobierno no las quería y miles han cerrado sus negocios o disminuido las ventas por el confinamiento.

A cientos de miles que reciben ayuda por Quédate en Casa, Solidaridad, Fase I y Fase II se la van a quitar y a otras reducir en abril.

En el preciso momento en que todo sube de precio: alimentos, gasolinas, todo.

Es urgente ir en auxilio de las mujeres, más aún de aquellas que luchan solas para sobrevivir ellas y su familia.

Por ello, exigimos del Gobierno:
1-Dar marcha atrás a la intención de quitarle o rebajarle las ayudas estatales y extenderlas hasta diciembre de este año.
2-Otorgar facilidades de crédito a las micro y pequeñas emprendedoras del campo y de las ciudades.
3- Agilizar la apertura de las estancias infantiles y la vuelta a clases presenciales con estricto protocolo sanitario.

Hoy, 8 de marzo, Día Internacional de las mujeres, desde Ojalá decimos que se puede cuando se quiere.