Desde Bolivia, mujeres indígenas de la región proponen priorizar la defensa de la Madre Tierra

19-05-2022
Mujeres
ONU Mujeres
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El pasado 17 de marzo, en el marco de la sexagésima sexta versión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW66), el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado Plurinacional de Bolivia en coordinación con el Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y El Caribe (FILAC), y con el apoyo de ONU Mujeres, desarrollaron el evento paralelo “Resiliencia y resistencia: Mujeres indígenas en la defensa de la Madre Tierra”

El evento virtual posicionó el debate sobre inclusión de las mujeres indígenas originarias y campesinas en la toma de decisiones para la reducción del cambio climático y el riesgo de desastres, mediante el cuidado del medio ambiente. De él participaron mujeres indígenas de Nicaragua, México y Bolivia quienes reflexionaron, desde su experiencia y cosmovisión, sobre la contribución diaria que hacen para preservar los derechos de la Madre Tierra “Pachamama” como la base de la vida de la humanidad. 

El evento contó con la participación de Freddy Mamani, viceministro de Relaciones Exteriores de Bolivia; Myrna Cunningham, vicepresidenta primera del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe; Angélica Ponce, directora ejecutiva de la Autoridad Nacional de la Madre Tierra; Flora Aguilar, secretaria ejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas indígenas Originarias de Bolivia «Bartolina Sisa»; Jessica Vega Ortega, copresidenta del Caucus Global de Jóvenes Indígenas; Dali Ángel Pérez, coordinadora del Programa de Juventud Indígena y ODS FILAC; Diego Pary, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas en Nueva York; Nidya Pesantez, representante a.i. de ONU Mujeres en Bolivia, y Bárbara Ortiz, especialista en Programas de la Oficina Regional de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe. 

En sus palabras, durante la inauguración del encuentro, Freddy Mamani, viceministro de Relaciones Exteriores subrayó la importancia de “escuchar la voz de las mujeres cuando se atienden las causas y consecuencias de los desastres naturales y de los impactos del cambio climático. Es importante recuperar los conocimientos ancestrales de las mujeres indígenas para preservar la tierra, el territorio, el agua, los alimentos y también el conocimiento del uso de las plantas medicinales, que son la base para su desarrollo”.  

Por su parte, Bárbara Ortiz, especialista en Programas de la Oficina de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, aseguró que “las mujeres indígenas, resisten a una forma de vida que contamina el agua, que destruye los bosques, que privatiza las semillas y que degrada los suelos, sin embargo, esta resistencia ha sido vista como un rezago del pasado contraria al desarrollo, sin comprender que su lucha permite sostener el planeta que hace posible nuestra propia vida. Por ello la urgencia de escuchar su voz”

Posterior a la inauguración, las lideresas indígenas de Nicaragua, México y Bolivia dejaron clara la urgencia de cambiar el rumbo que la humanidad ha seguido hasta ahora y compartieron sus exitosas experiencias para garantizar la vida, así como sus constantes enfrentamientos con el desarrollo extractivo que la amenaza.  

Myrna Cunningham, vicepresidenta primera del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina y el Caribe (FILAC), recordó que “las mujeres indígenas y los pueblos cuando defendemos nuestro territorio, lo que estamos haciendo es reclamar y luchar por el cumplimiento efectivo de derechos que ya están consignados en distintos instrumentos internacionales, como la Declaración de la ONU sobre Derechos de los Pueblos Indígenas, y esto implica que los Estados tienen la responsabilidad de crear las condiciones.” 

Por su parte, Flora Aguilar, secretaria ejecutiva de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia, Bartolina Sisa, dijo que “es nuestro deber cuidar y avanzar con la normativa correspondiente para luchar contra el cambio climático, reconocer los derechos de la Madre Tierra y así aprender a tratarla como un sujeto y no como un objeto, no solo en nuestro país, sino a nivel internacional”

Jessica Vega Ortega, copresidenta del Caucus Global de Jóvenes Indígenas y de la Red de Jóvenes Indígenas LAC, aseguró que las “juventudes indígenas están dispuestas a sumar fuerzas para continuar garantizando el buen vivir y que las futuras generaciones puedan heredar parte de la biodiversidad que todavía tenemos en nuestras manos”.  

Angélica Ponce, directora ejecutiva de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, recordó que “la agenda de lucha y cuidado de las mujeres indígenas por la Madre Tierra no puede parar, debe seguir adelante. Debemos empezar a fortalecernos unas a otras y engranar nuestra posición, nuestro pensamiento y nuestro querer de cuidar a nuestro medio ambiente para las futuras generaciones”

Dali Ángel Pérez, coordinadora del Programa de Juventud Indígena y ODS del equipo técnico del Fondo para el Desarrollo de los Pueblos Indígena de América Latina y El Caribe (FILAC), reconoció que “las mujeres indígenas hemos sido las voces críticas interpelantes en espacios de incidencia regionales e internacionales. Hemos incidido en promover la atención y análisis de nuestras demandas específicas, diversificando los campos de lucha y reivindicación con la incorporación de propias perspectivas”.  

Las conclusiones del evento estuvieron a cargo de Diego Pary, embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas, quien afirmó que “la madre tierra puede vivir feliz sin nosotros, pero nosotros, la humanidad, no puede vivir sin la madre tierra. Somos los principales responsables de todos los efectos del cambio climático, por ello debemos ver a la madre tierra como un sujeto de derechos y no como un objeto, a partir de ello generar políticas públicas para su preservación, es el mensaje que hoy nos dejan las lideresas indígenas, y con cada intervención ratifico que ellas, las mujeres indígenas, son las verdaderas agentes de cambio”

En sus palabras de cierre, la representante a.i. de ONU Mujeres en Bolivia, Nidya Pesántez, señaló que “la resistencia y resiliencia de las mujeres indígenas se evidencia en la permanente adaptación para el sostenimiento de su medio de vida (la naturaleza sana), en la generación de conocimiento basado en su experiencia, en la comprensión de la naturaleza y sus hábitos, y en el cuidado de la red de la vida”

Las conclusiones de este evento paralelo, desarrollado desde Bolivia, dan cuenta de la urgencia que tiene la humanidad de que los estados escuchen la voz de las mujeres indígenas para incluir su sabiduría en las decisiones y en las acciones por el clima y por el sostenimiento de todos los factores ambientales en los niveles necesarios para garantizar la vida.   

La grabación del evento puede verse en este link