Trabajar en Las Salinas de Baní, es uno de los oficios más inclementes que pueda cualquiera imaginar. Bajo el sol despiadado y míseras condiciones laborales, quienes allí afanan parecen condenados al suplicio. Son pobres entre los pobres, sin otra posesión que sus brazos y mucha necesidad.

Giovanni Alvarado Fis, que se define a sí mismo como «narrador visual» y no fotoreportero, fotógrafo o artista del lente, definición que le encaja muy bien por su educada sensibilidad para recoger historias que muchos no perciben en un rostro, en unas manos, en un abrazo, gesto o mirada, fue al encuentro de los salineros de Baní para visibilizar la vergüenza colectiva de tal desventura.

Allí, en un segundo, ocurrió lo impensable, lo inesperado: la sonrisa despojada de rencor y dolor, amistosa y franca, la mirada complacida y acogedora de este salinero que irradia alegría y con ella (quizás) perdona, por un instante fugaz, nuestra indiferencia como sociedad.

Su fotografía ha merecido el primer premio categoría Retrato en la premiación que organizó la Asociación Nacional de Fotoperiodistas en República Dominicana.

La Comunidad Ojalá lo celebra y felicita calurosamente a nuestro querido Giovanni Alvarado Fis.