La crisis climática se está convirtiendo en una serie interminable de vídeos de desastres que, tarde o temprano, todos terminaremos grabando. El último mes ha sido testigo de personas documentando sus propias tragedias.

El 2023 fue el año más cálido registrado, con un aumento continuo en la temperatura de los océanos, resultando en una meteorología descontrolada.

En Suiza, las intensas lluvias han causado corrimientos de tierra y desapariciones. En Arabia Saudí, más de 1,300 personas murieron por el calor durante la peregrinación a La Meca, con temperaturas de 50°C.

India y México también han registrado cientos de muertes por calor, con un incremento del 140% en defunciones por altas temperaturas en América Latina en 20 años.

Antonio Guterres, secretario general de la ONU, afirmó que el cambio climático es un impuesto invisible pagado por la gente común y las comunidades vulnerables, mientras la industria de combustibles fósiles se enriquece con subsidios financiados por la población.

Los países del G20 son responsables del 80% de las emisiones globales de CO2, con el Norte global emitiendo la mayoría de estos contaminantes, afectando a todo el planeta.

Las emisiones mundiales de CO2 han alcanzado un nuevo récord, mostrando que la “transición energética” es solo un intento del capitalismo por mantener su modelo de negocio destructivo.

Es urgente cambiar a un sistema basado en la sostenibilidad, la cooperación, la justicia social y la democracia participativa. Necesitamos reducir el consumo y redefinir nuestra relación con el planeta. Organízate y lucha por un futuro para todas y todos.