En un mega operativo contra el tráfico de madera en Bolivia y Perú, detuvieron a 15 de 22 integrantes de una banda que operaba entre los bosques de ambos países.

Se trata de Los Villanos de Tahuamanu, una organización criminal integrada por un exfiscal de la región de Madre de Dios y funcionarios del gobierno regional.

Junto a una red muy amplia de personas que realizan las tareas de recogida, transporte y comercialización desde Bolivia a Perú, de la madera ilegal.

Tráfico de madera en Bolivia y Perú: cómo fue el operativo

En el operativo denominado Reforestación 2024, realizado el domingo 27 de octubre, detuvieron a 15 de los 22 integrantes de la organización criminal.

Se allanaron 19 inmuebles en una acción conjunta entre la Fiscalía Especializada en Delitos de Corrupción de Funcionarios (Fecof) de Madre de Dios y la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional del Perú (PNP).

También tuvieron el apoyo de un equipo de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).  La investigación alrededor de la banda se inició hace más de dos años, luego de que se desarticulara a Los hostiles de la Amazonía, otra organización criminal dedicada a la misma actividad ilícita.

En este caso, se descubrió en septiembre de 2020 y tenía entre sus miembros al entonces gobernador regional Luis Hidalgo.

La Fiscalía solicitó prisión preventiva para los 15 detenidos, pero el Poder Judicial ordenó la liberación de todos luego de que presentaran una acción de amparo.

La banda que integraba un exfiscal

La red de los Villanos de Tahuamanu fue dividida en seis grupos para la investigación. El grupo central, los facilitadores, los intermediarios, los destinatarios, los funcionarios públicos y otro cuyo líder es José Guillermo Araujo Quiña.

Se trata de unex fiscal destituido por liberar a dos implicados en tráfico de oro.

Cómo operaba la banda

Los Villanos de Tahuamanu extraían madera de diversos lugares no autorizados de Perú, por lo general, y también de algunas zonas en Bolivia.

Según la carpeta fiscal, el recurso por la carretera Interoceánica y la acopiaban en lugares denominados “botaderos”, ubicados a la altura del kilómetro 540 de esta ruta.

En esa zona de frontera entre Brasil y Perú existen dos rutas que unen ambos países y por allí se desplazan los vehículos conocidos como “triples”, destinados al traslado de la madera.

Iban desde los aserraderos hasta los “botaderos”, en donde se esperaban las guías de transporte forestal para “legalizar la madera”. Luego la trasladaban en trailers hacia otras ciudades del país.

Martín Arana, especialista en Gestión Territorial Amazónica de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS) en Perú, dio más detalles acerca del lugar.

“Yo hice ese recorrido hace unos años, era una trocha bastante ancha y se notaba el paso de camiones. Desde San Lorenzo (Perú) son menos de 10 minutos y ya estás en el punto de frontera (con Bolivia)”, explicó.

“Al otro lado, en tierras bolivianas, recuerdo que desde hace varios años se mencionaba que había una feria algunos días a la semana donde llegaba de todo. Y, por supuesto, todo eso pasaba de contrabando al lado peruano”, remarcó.

Desde San Lorenzo es el paso más cercano. Lo mismo sucede en el caso de Mavila. “Son trochas de acceso que originalmente eran para ingresar a las concesiones castañeras”, señaló Arana.