Norte Energia, responsable de la central hidroeléctrica de Belo Monte, propuso una compensación de apenas R$ 20.000 a los pescadores que se quedaron sin pescado en el río Xingu a causa de la central. La oferta fue fuertemente criticada por pobladores ribereños y líderes comunitarios, quienes estiman que miles de pescadores se ven afectados por la falta de pescado.

“Desde que comenzó este emprendimiento, somos humillados por Norte Energia”, denunció el Consejo de los Pueblos Tradicionales del medio y bajo Xingu, citado por Folha . “Lo hace a propósito porque quiere enfrentarnos entre nosotros. La empresa nos quiere debilitar, socavar nuestras fuerzas y empobrecer nuestra lucha, nos quiere matar lentamente, dejarnos hambrientos como hace con el río Xingu y los peces que habitan en las aguas de los ríos”.

Según la propuesta presentada por Norte Energia, los R$ 20.000 serían ofrecidos a 1.976 pescadores, número citado por la empresa con base en el registro de estas personas durante talleres realizados en los últimos años. Sin embargo, estimaciones de organismos independientes señalan que más de 4.000 pescadores se vieron directamente afectados por el inicio de operaciones en Belo Monte en el río Xingu.

Un dictamen del IBAMA de junio recomendó a Norte Energia indemnizar económicamente a los pescadores por “períodos de atraso e interrupciones en las acciones de mitigación” de los efectos del embalse de las aguas del río Xingu en la vida de las comunidades. El dictamen también señaló las consecuencias de la “enfermedad del río”, ya que, con el control del caudal, se afectó severamente la riqueza biológica y el ecosistema.

En el tiempo: El “programa de pago por servicios ambientales más grande del mundo” no es más que una burda broma. Esa es la conclusión del Contralor General de la Unión tras analizar el programa Floresta+, lanzado con pompa y circunstancia hace dos años por un exministro de Medio Ambiente en el gobierno de Bolsonaro. En teoría, el proyecto ofrecería incentivos financieros para que los propietarios rurales preserven y cuiden la vegetación nativa de sus tierras; en la práctica, desde entonces, no se ha firmado un solo contrato de PSA bajo Floresta+. El informe también criticó la falta de definición de las reglas generales del programa, lo que dificulta el seguimiento e implementación de sus políticas. La noticia es de Metrópoles .