Más de 2000 voluntarios participarán en la campaña de Quito Sin Minería para promover el «Sí» en el plebiscito impulsado por este colectivo ambientalista para prohibir todo tipo de minería en el Chocó Andino, una reserva de la biosfera situada dentro del área metropolitana de la capital de Ecuador.

La campaña por el «Sí»

En una rueda de prensa, Victoria Jaramillo, integrante de Quito Sin Minería, anticipó que van a comenzar a recorrer los barrios populares de la capital ecuatoriana para animar a la gente a votar por el «Sí».

Asimismo, Víctor Guamán anticipó que la campaña va a ser «como David contra Goliat», pues señaló que la industria minera tiene «un raudal de fondos» para promover el «No» en la consulta popular. Sin embargo, reconoció que son optimistas en ganar el plebiscito porque llevan prácticamente un año de campaña desde que iniciaron la recogida de firmas para solicitar la consulta.

Guamán destacó que, si bien el Consejo Nacional Electoral (CNE) validó algo más de 206.000 firmas, el colectivo reunió más de 450.000, lo que supone casi el 25 % de los 2,3 millones de electores que están llamados a participar en Quito en esta consulta.

En ese sentido, anticipó que se reunirán con las demás organizaciones sociales y políticas que inscribieron ante el CNE para realizar una estrategia conjunta, si bien aclaró que Quito Sin Minería nace y se impulsa desde la ciudadanía y no cuenta con vínculos con ningún partido político.

«Es una cuestión de pensar cómo queremos este país y cuál es el modelo económico que nos están presentando y cómo este modelo extractivista de favorecer a unas pocas manos tiene que cambiar», comentó Guamán.

«Del Chocó Andino sale el agua y el alimento que abastece a muchos de estos barrios»

Ivonne Ramos, de la organización Acción Ecológica, recordó que el Chocó Andino es «una zona de producción de economías sustentables y comunitarias que dan de comer a los ciudadanos, pero sobre todo de la zona del Chocó Andino viene de el agua que sirve a la parte noroccidente de Quito urbano».

En la misma forma se manifestó el coordinador de la Mancomunidad del Chocó Andino, Inty Arcos, quien afirmó que «la consulta se ha transformado en un hito de esperanza para todos y todas en este territorio, porque del Chocó Andino sale el agua y el alimento que abastece a muchos de estos barrios densamente poblados».

«Si la ciudad de Quito quiere tener un futuro y verse como un lugar donde pueden crecer nuestros hijos y nietos, tienen que tener en cuenta los lugares de donde sale el agua, el oxígeno y el alimento para la ciudad», insistió.

Las concesiones mineras en la zona del Chocó Andino

Si bien la reserva de la biosfera del Chocó Andino abarca cais 287,000 hectáreas situadas en el noreste de la provincia de Pichincha, la consulta se ciñe a las 124,000 que conforman el territorio de la Mancomunidad del Chocó Andino, integrada por seis localidades rurales que son parte del área metropolitana de Quito.

En ese espacio formado por las parroquias de Calacalí, Gualea, Nanegal, Nanegalito, Nono y Pacto hay una docena de concesiones mineras, entre ellas una a gran escala, y otras seis están en trámite, que abarcan un total de 27,000 hectáreas.

El área bajo consulta cuenta con unos 20.000 habitantes y una gran variedad de ecosistemas, desde los 500 hasta los 4.700 metros de altitud que albergan el 80 % de la biodiversidad del distrito metropolitano de Quito, además de 320 vestigios arqueológicos del pueblo preincaico yumbo.