Liberan millones de mosquitos en Hawái para salvar a un ave en peligro de extinción
En un esfuerzo para proteger a las aves autóctonas de Hawái de la extinción, los científicos han liberado millones de mosquitos modificados genéticamente en las islas.
Estas poblaciones de mosquitos, alteradas para impedir la reproducción de individuos portadores de malaria aviar, buscan reducir drásticamente la cantidad de vectores de la enfermedad que ha devastado a especies nativas como el ʻakikiki y el ʻakekeʻe.
Esta iniciativa forma parte de un plan más amplio que combina biotecnología y conservación ambiental, destinado a preservar la biodiversidad única de Hawái. Lo que se busca además de controlar los vectores de la malaria aviar, es representar un enfoque innovador en la conservación de la fauna local.
El mosquito portador de la enfermedad llegó a Hawái en el siglo XIX a través de barcos europeos y estadounidenses, y las aves locales no han desarrollado inmunidad, por lo que pueden fallecer con una sola picadura.
De las 50 especies de trepadores de miel que había en el pasado, 33 ya se han extinguido, y muchas de las 17 restantes están en serio peligro, con algunas especies enfrentando la posibilidad de desaparecer en un año.
Los conservacionistas han adoptado una solución inusual: liberar mosquitos macho infectados con una bacteria natural que actúa como método anticonceptivo para reducir la población de mosquitos portadores de la malaria.
Cada semana, un helicóptero libera 250.000 mosquitos infectados con la bacteria Wolbachia sobre las islas del archipiélago hawaiano. Este proyecto ha liberado hasta ahora 10 millones de estos insectos. La bacteria Wolbachia impide que los huevos de las hembras silvestres eclosionen cuando se aparean con los machos infectados, lo que podría disminuir gradualmente la población de mosquitos transmisores de la malaria.
Chris Warren, coordinador del programa de aves forestales del parque nacional Haleakalā en Maui, subrayó la urgencia del proyecto diciendo: “Lo único que sería más trágico es que las aves se extinguieran y no lo intentáramos. No podemos no intentarlo. Es nuestro deber hacer algo al respecto”.
Un ejemplo de la crítica situación es el trepador de Kaua’i, conocido como akikiki, cuya población ha caído drásticamente de 450 individuos en 2018 a solo cinco en 2023. Solo se tiene constancia de un ejemplar adulto en estado salvaje en la isla de Kaua’i.
Los mieleros hawaianos desempeñan un papel esencial en el ecosistema, ya que polinizan plantas y controlan poblaciones de insectos. Sin embargo, debido a su falta de inmunidad a la malaria aviar, las aves como el mielero escarlata (’i’iwi) tienen un 90% de probabilidad de morir si son picadas por un mosquito infectado.
Tradicionalmente, estas aves han vivido en elevaciones donde las temperaturas frías impedían la presencia de mosquitos. No obstante, el cambio climático está permitiendo que los mosquitos asciendan a mayores altitudes, invadiendo los hábitats seguros de las aves.
La técnica de los insectos incompatibles (IIT) ya ha mostrado éxito en la reducción de poblaciones de mosquitos en China y México, y sigue siendo utilizada en programas en California y Florida. Según el Dr. Nigel Beebe de la Universidad de Queensland, “es mucho mejor que usar pesticidas que tienen grandes efectos no deseados”.
El proyecto en Hawái es una colaboración entre el Servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos, el estado de Hawái y el Proyecto de Recuperación de Aves del Bosque de Maui. Se espera que la efectividad de este programa sea evaluada en el verano, cuando las poblaciones de mosquitos tienden a aumentar.
En conclusión, el ambicioso proyecto de liberar millones de mosquitos modificados genéticamente en Hawái representa una esperanza significativa para la supervivencia de las aves nativas amenazadas por la malaria aviar. Si bien la efectividad de esta estrategia aún está en evaluación, la combinación de biotecnología y esfuerzos conservacionistas podría marcar un hito en la preservación de la biodiversidad isleña.
Este enfoque pionero no solo busca proteger a las especies en peligro de extinción, sino que también establece un precedente para futuras iniciativas de conservación global.