Las cuatro conclusiones del IPCC sobre el impacto de la crisis climática
Toda la humanidad, absolutamente toda, ha sufrido ya los efectos de la crisis climática. No hay ni un solo rincón poblado del planeta que se haya librado del impacto del calentamiento global, el deshielo, el aumento del nivel del mar o el azote de los fenómenos meteorológicos extremos. Así lo confirma el sexto informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) que, tras años de escrupuloso trabajo, este lunes presenta la primera parte de su ‘radiografía’ de esta crisis de alcance global.
El este primer informe, centrado en la parte física y climática, ha sido elaborado durante tres años por 234 científicos de renombre de 66 países. Las conclusiones, a su vez, han sido revisadas por un centenar de fuentes científicas y gubernamentales externas, que han añadido 51.387 comentarios al redactado final. En total, solo este documento se sustenta en más de 15.000 referencias académicas. No es de extrañar, pues, que la versión ‘resumida’ de este trabajo ocupe más de cuarenta páginas.
Advertencia
La información que leerás a continuación habla sobre el presente y el futuro de la crisis climática. Los datos que se presentan pueden resultar especialmente chocantes para personas sensibles, aprensivas o con problemas de ansiedad. Si este es tu caso, recuerda abordar esta información cuidando tu salud mental. Si en algún momento de la lectura te sientes abrumado, por ejemplo, guarda el enlace y vuelve más tarde. Dosifica la información. Comparte tus sentimientos con amigos y familiares. Busca apoyo en grupos ecologistas. Sentir miedo, angustia y rabia por la crisis climática es normal. «Es un conjunto de sentimientos que sirven de preámbulo para el despertar de una conciencia ecológica«, explica Caroline Hickman, Psicoterapeuta de la Climate Psychology Alliance.
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Estas son las principales conclusiones de la primera entrega del informe del Panel Intergubernamental del Cambio Climático 2021, resumidas por EL PERIÓDICO.
1)- Crisis antropogénica
La primera conclusión del informe es, quizás, la más contundente. «Es inequívoco que la actividad humana ha calentado la atmósfera, el océano y la superficie terrestre«, zanja la revisión de expertos del IPCC. La radiografía del impacto de la crisis climática, pues, empieza señalando a los responsables de esta crisis.
El aumento de gases de efecto invernadero en la atmósfera ha sido, inequívocamente, causado por la actividad humana. La concentración de estos gases sigue en aumento desde 2011. La emisión de esos gases ha sido el principal impulsor del calentamiento global. Este factor, por sí solo, ha contribuido al calentamiento global entre uno y dos grados.
Cada una de las últimas cuatro décadas ha sido más cálida que cualquier década anterior desde 1850. En los últimos 20 años, la temperatura global de la superficie ha sido casi un grado más alta que entre 1850 y 1900. En total, se estima que la temperatura media en el planeta ha aumentado hasta 1,2 grados centígrados respecto a la era preindustrial.
La influencia humana es la principal responsable del retroceso global de los glaciares, la disminución del hielo ártico y del deshielo de Groenlandia de las últimas décadas. También se relaciona, inequívocamente, el impacto de la actividad humana con el calentamiento de la capa superior de los océanos, la acidificación de las aguas y el aumento del nivel del mar.
2)- Cambios históricos
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático también corrobora que «muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes en miles, si no en cientos de miles de años«. De ahí que, según destacan, estamos ante una crisis sin precedentes.
En 2019, las concentraciones de CO2 atmosférico fueron más altas que en cualquier otro momento de los últimos 2 millones de años y las concentraciones de CH4 y N2O fueron más altas que en los últimos 800.000 años.
El calentamiento global en los últimos 50 años ha aumentado más rápido que cualquier otro momento de los últimos 2.000 años. Las temperaturas registradas durante esta última década superan las estimadas para el último periodo cálido del planeta, hace 65.000 años.
En la última década, la extensión anual del hielo ártico alcanzó su nivel más bajo desde al menos 1850. Los niveles de hielo registrados a finales de verano eran menores que en cualquier otro momento de los últimos 1.000 años. El retroceso de los glaciares, registrado en todo el mundo desde la década de 1950, no tiene precedentes en al menos los últimos 2.000 años.
El nivel del mar ha aumentado más rápidamente desde 1.900 hasta ahora que durante cualquier siglo anterior en, al menos, los últimos 3.000 años. La temperatura media del océano se ha incrementado más durante el siglo pasado que desde finales de la última transición glacial, hace unos 11.000 años. Los niveles de acidificación del océano también marcan un precedente en los últimos 2 millones de años.
3)- Aumentan los extremos climáticos
El informe estima que es «prácticamente seguro» que los extremos cálidos (incluidas las olas de calor) se han vuelto más frecuentes e intensos en la mayoría de las regiones terrestres desde la década de 1950. Algunos picos de calor observados durante la última década habrían sido «extremadamente improbables sin la influencia humana en el sistema climático».
Todo apunta a que la influencia humana ha aumentado la posibilidad de eventos extremos desde la década de 1950. Esto incluye un aumento en la frecuencia e intensidad de olas de calor y sequías a escala mundial; un aumento en el riesgo de incendios en todos los continentes habitados; y un aumento de precipitaciones e inundaciones extremas en el planeta.
También se estima que la crisis climática provocada por el hombre ha contribuido al aumento de las sequías agrícolas y ecológicas en algunas regiones del planeta debido al aumento de la evapotranspiración de la tierra. Las zonas más afectadas por este fenómeno serán el Mediterráneo (incluido España), el sur de África, así como partes de Australia, Sudamérica y el suroeste de América del Norte.
4)- Hora de actuar
El informe, lejos de ser un retrato catastrofista del planeta, es una llamada a la acción. Según explica el científico Francisco J. Doblas-Reyes en una entrevista a EL PERIÓDICO, «Todavía estamos a tiempo, pero tenemos que empezar ya«. «Igual que ha quedado muy claro que esta crisis es culpa de la actividad humana, también sabemos que la acción humana es lo único que podrá mitigar su impacto», comenta.
Los expertos llaman a «aplicar medidas inmediatas, contundentes y a gran escala para reducir la emisión de gases de efecto invernadero» . Solo así, esgrimen, conseguiremos contener el avance de esta crisis climática global. Sobre todo teniendo en cuenta que, incluso si hoy mismo se implementan medidas drásticas para frenar las emisiones, el planeta tardaría entre 20 y 30 años en retomar el pulso.
El último informe del IPCC, publicado en 2014, sirvió para trazar la hoja de ruta del Acuerdo de París de 2016, el pacto internacional para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sólo el tiempo dirá si este último apelo del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) servirá para salvar el planeta.