Inundaciones en Brasil: ya son 100 los muertos en Recife y buscan más víctimas bajo el barro
El número de videos que circulan por las redes sociales sigue creciendo. En uno de ellos, una joven filma, a través de una ventana, la colina que hay detrás de su casa cuando una avalancha se traga las casas situadas a pocos metros, en la ciudad de Recife, en el nordeste de Brasil.
Desesperada, grita, sin salir del lugar, mientras al menos tres casas desaparecen bajo el barro en pocos segundos.
El balance de muertos tras las lluvias torrenciales de los últimos días en esa región se elevó a 100, informaron este martes las autoridades locales, que continúan buscando a 14 desaparecidos, en medio de la desolación y desesperación de los habitantes.
«Son 100 muertos confirmados en el estado de Pernambuco debido a deslizamientos y lluvias registradas desde el pasado miércoles» y hay 14 desaparecidos «identificados», informó en un comunicado la Secretaría de Defensa Social del gobierno pernambucano.
Con la ayuda de «perros detectores y aeronaves», más de 400 bomberos continuaban buscando a los desaparecidos, en su mayoría enterrados bajo el lodo que arrasó barrios enteros en la región metropolitana de Recife, capital de ese estado.
Varios vecinos, en barrios situados en zonas más llanas, inmortalizan en videos grabados desde sus balcones el momento en que sus calles se convierten en ríos que arrastran los coches y todo lo que encuentran a su paso.
En algunas imágenes se puede ver a hombres y mujeres con el agua a la altura de las rodillas o de la cintura, intentando cruzar las calles.
Visita del presidente
Las imágenes no son inéditas, como recordó el presidente brasileño Jair Bolsonaro, que recorrió la zona el lunes.
«Tuvimos problemas similares en Petrópolis, el sur de Bahía y el norte de Minas. También estuve el año pasado en Acre. Lamentablemente, estas catástrofes ocurren, un país continental tiene sus problemas», dijo el jefe de Estado.
«Obviamente, estamos tristes, expresamos nuestro dolor a los familiares. El objetivo principal es reconfortar a los familiares y ayudar a la población con medios materiales», añadió.
Bolsonaro sobrevoló el lunes por la tarde la zona afectada por las lluvias torrenciales. El jefe de Estado dijo que no podía aterrizar en la región por razones de seguridad.
«Yo también intenté aterrizar, pero la recomendación de los pilotos fue que, ante la inconsistencia del terreno, podíamos tener un incidente. Así que decidimos no aterrizar», dijo Bolsonaro en una conferencia de prensa con una delegación de ministros en Recife.
La catástrofe tiene gran repercusión en la prensa internacional, que difunde imágenes desde el aire y de los equipos de rescate buscando supervivientes.
Al menos 24 municipios del estado decretaron la situación de emergencia por los estragos, que dejaron más de 6,000 personas sin hogar o desplazadas y grandes daños en las infraestructuras.
Las lluvias empezaron a mediados de la semana pasada, pero se intensificaron el fin de semana.
La previsión es que las lluvias reducirán su intensidad, pero continuarán durante la semana, lo que dificulta las labores de rescate de cadáveres y de pertenencias que las personas quieren retirar de los escombros y del lodazal, pero que por el inminente riesgo de nuevos deslizamientos se han visto impedidas para hacerlo.