Las transnacionales petroleras y las industrias de alto impacto que están destruyendo el planeta no tienen por qué silbar en las negociaciones de la COP.

No más aceite | Queremos metas ambiciosas

Ya sabemos que una economía basada en el petróleo es responsable del calentamiento global y de un impacto socio ambiental inmenso en las comunidades y de los conflictos armados entre países. Los objetivos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero deben estar en consonancia con el objetivo del Acuerdo de París. El mundo necesita abrazar una nueva era de industrialización, por la que abogan economistas, gobiernos y científicos. El uso de energías limpias y una transición gradual en la matriz energética global necesitan despegar. ¡Basta de blablabla!

Pago de pérdidas y daños

Es necesario reconocer y saldar la deuda que los países ricos del Norte Global y sus empresas transnacionales tienen con los países que colonizaron y siguen colonizando. La justicia climática se trata de la responsabilidad legal civil y penal con compensación, así como la restauración total de los derechos humanos y la naturaleza.

Financiamiento climático

Los países ricos del Norte Global deben cumplir el objetivo de financiar la transición energética y poner fin a la deforestación de los países pobres y en desarrollo del Sur Global y financiamiento duplicado para la adaptación.

El Gobierno brasileño necesita retomar su papel en las negociaciones climáticas. Comprometerse a:

• Cero deforestación en Amazonia y Cerrado: La reactivación del Plan de Prevención y Control de Deforestación desmantelado en los últimos 4 años, con la restitución de equipos técnicos y condicionantes institucionales del IBAMA e ICMBio;
• Título de los territorios Quilombolas.
• Desintrusión de tierras indígenas y devolución de demarcaciones.
• Creación de unidades de conservación.