España eliminará los vuelos domésticos que tengan alternativa en tren en menos de 2,5 horas
Los viajes en avión representan alrededor del 2,5% de las emisiones mundiales de efecto invernadero (GEI) que contribuyen al cambio climático. En el caso de los jets privados es aún peor. Sin embargo, lo más escandaloso es tener la alternativa y no tomarla. Por eso, España dio un paso importante: prohibió los vuelos domésticos que cuenten con la posibilidad de hacer el recorrido en tren en menos de 2,5 horas.
Esta medida ya fue tomada en Francia a principios de año. El objetivo es reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que producen los vuelos cortos. Solamente se eliminarán los vuelos que puedan ser reemplazados por viajes en tren que no superen las dos horas y media de recorrido. Algunos activistas celebraron esta iniciativa, mientras otros la calificaron de “tímida”.
Según Ecologistas en Acción, en España pueden suprimirse cerca de 50 000 vuelos cortos anuales con once rutas aéreas que cuentan con conexiones por tren de menos de cuatro horas. Esto supondría un ahorro de 300 000 toneladas anuales de CO2 al año. Además, los 50 000 vuelos equivalen a un tercio de los trayectos por avión dentro de la península ibérica y transportan a unas 6 millones de personas.
“El tren está llamado a ser el transporte del siglo XVI, por eso hemos acordado que han de acabarse los vuelos cortos inferiores a 2 horas y media cuando haya alternativa al tren”, dijo la vicepresidenta segunda de España, Yolanda Díaz el martes pasado.
Fue en el marco de un acuerdo programático para formar un gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar. Otras de las medidas anunciadas fueron la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin reducción del sueldo y la subida del SMI o la regulación del despido.
Según datos de la Asociación Ferroviaria Española, en 2021 los ferrocarriles fueron responsables solamente de un 0,7% de las emisiones de GEI en toda la península ibérica.
Además, la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEE) declaró en ese mismo año que el tren es el sistema más ecológico (entre las posibilidades actuales, sin contar la bicicleta) y que su rol será elemental en la disminución de la huella de carbono