El volcán Kilauea, en la Isla Grande de Hawái, comenzó hacer erupción este domingo 10 de septiembre, aproximadamente a las 3:15 a.m. el Observatorio de volcanes hawaianos del USGS observó actividad eruptiva en la cámara web de la cumbre del Kilauea, dentro del parque Nacional de Los Volcanes de Hawái. 

Además, esta erupción fue precedida por un período de fuerte sismicidad y rápido levantamiento de la cumbre.

El Observatorio Volcánico Hawaiano del USGS elevó el nivel de alerta del volcán Kilauea de vigilancia a advertencia y su código de colores de aviación de naranja a rojo mientras se evalúa la erupción y los peligros asociados que pueda tener. 

En la cámara web se puede observar unas fisuras en la base del volcán que están generando flujos de lava en la superficie del fondo del cráter Halemaʻumaʻu. 

La Agencia de Manejo de Emergencias de Hawái escribió en x, anteriormente Twitter, que la erupción «No representa una amenaza de lava para las comunidades», sin embargo, las partículas y gases volcánicos pueden crear problemas respiratorios a las personas expuestas. 

Peligros que puede causar esta erupción 

Según el USGS, el principal peligro de esta erupción son los altos niveles de gas volcánico, que principalmente está compuesto por vapor de agua (H₂O), dióxido de carbono (CO₂) y dióxido de azufre (SO₂), pues estos pueden tener efectos de gran alcance por el viento. 

Otros peligros son los cabellos de pele, que son hebras de vidrio basáltico formadas en fuentes de lava, cascadas de lava y coladas de lava veloces durante erupciones hawaianas. Asimismo, puede haber otros fragmentos livianos de vidrio volcánico que caerán a favor del viento de las fisuras y formarán polvo en el suelo a unos cientos de metros de los respiraderos volcánicos.

Se recomienda que las personas que viven cerca al lugar deben minimizar la exposición a estas partículas volcánicas, que pueden causar irritación de la piel y los ojos. 

Por último, los alrededores de la caldera de Kilauea son un peligro, debido a la inestabilidad de la pared de cráter Halemaʻumaʻu, gritas en el suelo y desprendimientos de roca que pueden verse intensificados por terremotos dentro del área cerrada al público.