Este año no empezó bien. En enero, frente a la costa de Tailandia, miles de litros de petróleo se filtraron al mar desde un oleoducto submarino cortesía de la subsidiaria de Chevron. El derrame resultante ennegreció las aguas y las playas, matando la vida silvestre local y amenazando los medios de subsistencia de las comunidades que dependen del mar.

Abril de 2022, en el delta del Níger, más de 100 personas, incluidos niños, murieron en una explosión en una refinería de petróleo ilegal. Este comercio mortal en auge es otro indicador trágico de la desigualdad, el empobrecimiento y un sistema de extracción de energía contaminante en desorden.

A estos derrames de petróleo hay que sumar las tragedias en las costas peruanas y en la Amazonia ecuatoriana, ambos derrames afectaron áreas protegidas y por tanto claves para la biodiversidad en América del Sur.

En este momento, el #FSOSAFER, un petrolero oxidado con una carga tóxica de 1,1 millones de barriles de petróleo, se encuentra desatendido frente a las costas de Yemen. Podría romperse o explotar en cualquier momento, con consecuencias incalculables para los medios de subsistencia de las comunidades costeras, la salud de los niños y adultos vulnerables y el frágil medio ambiente del Mar Rojo.

Este mes de mayo se llevará a cabo un evento de la ONU con el objetivo de recaudar un total de $80 millones necesarios para transferir el petróleo del petrolero abandonado. Hacemos un llamado a todos los representantes de la ONU para que respondan a esta invitación y se comprometan a financiar esta operación urgente.

Finalmente hay un plan acordado para resolver el problema y dar esperanza al pueblo yemení. Debe implementarse antes de octubre, cuando el viento y las corrientes serán demasiado peligrosos y dificultarán cualquier operación de rescate. La falta de financiación no puede utilizarse como excusa para fracasar: la comunidad internacional tiene la responsabilidad moral de intervenir en solidaridad y contribuir a proteger al pueblo de Yemen y las maravillas naturales del Mar Rojo.

Firma la petición en @greenpeace #linkinbio (https://act.gp/3smiA9G)