En California, Estados Unidos, los servicios de emergencia y los bomberos se encuentran luchando con un intenso incendio forestal que ha cercado la ciudad de Malibu, zona sur.

Conocido como el Franklin Fire, el siniestro ha penetrado por todo el Malibu Canyon afectando a ciudades vecinas como Los Angeles. Las columnas de humo provenientes de las llamas han sido percibidas por la mayoría de la costa pacífica.

Los bomberos y rescatistas realizan labores de evacuación desde este martes. Se estiman que más de 700 trabajadores se encuentran tratando de controlar las llamas.

Debido a las escasas lluvias y fuertes vientos, ha aumentado el riesgo de que las llamas afecten a bosques aledaños al sur de California, aunque las bajas temperaturas han ayudado a disminuir su intensidad.

Servicios como la electricidad han sido afectados. Ejemplo de ello fue la empresa Southern California Edison, que cortó el servicio a más de 46,000 clientes debido al riesgo de incendios y explosiones en las plantas. De la misma manera, compañías de telefonía celular han dejado sin servicio a muchos ciudadanos de Malibu.

A pesar de la fuerza de las llamas y la rápida expansión, no se contabilizan heridos ni daños materiales aún. Uno de los momentos más tensos fue en la Pepperdine University, donde los estudiantes permanecieron toda la noche sin poder evacuarse debido a la rápida propagación de las llamas por el campus.

Además del cuerpo de bomberos, el Sheriff del condado de Los Angeles, Robert G. Luna, informó de la presencia de casi 18.000 voluntarios ayudando en las zonas de evacuación.

Medios norteamericanos aseguran que el fuego inició en la región de Santa Ana, desde donde se expandió debido a los vientos secos tomando zonas boscosas y montañosas. Hasta la fecha, 2.700 acres (cerca de 1.093 ha) de bosques han sido envueltos en llamas.