Aumento de gasto militar OTAN lanza a la atmósfera tanto CO2 como 8 millones de carros

18-10-2023
Medioambiente
Público, España
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El pasado mes de julio, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asumía el compromiso de elevar el gasto en Defensa hasta el 2% del PIB y cumplir así con el objetivo de la OTAN. Ese porcentaje es una meta histórica de la Alianza Atlántica que, en los últimos meses, ha sido adoptada por una gran variedad de países.

En 2023 la cifra de Estados que han anunciado elevar el presupuesto militar se ha doblado, pasando de seis a 11, y la lucha global contra la crisis climática no podría salir bien parada de esta espiral belicista.

El incremento del presupuesto militar de la OTAN va ligado a un aumento de las emisiones de CO2. Desde 2021 el gasto militar de la Alianza ha pasado de 1,16 billones de dólares a 1,26 billones en 2023, lo que ha supuesto que las emisiones de gases que calientan el planeta asociadas a la actividad militar hayan pasado de 196 millones de toneladas métricas a 226 millones, según los datos recabados por el Transnational Institute (TNI) y el Centre Delàs d’Estudis per la Pau

El incremento de las emisiones de efecto invernadero asociadas a los ejércitos de la OTAN en tan sólo dos años equivale al CO2 liberado por 8 millones de coches. Si la Alianza Atlántica comparase sus emisiones con las de los países, ocuparía el puesto 40 en el ranking mundial, por encima de economías en desarrollo como Etiopía, pero también de estados ricos como Países Bajos. 

Si los países incluidos en la Alianza asumen en su totalidad el objetivo del 2% del PIB para gasto en Defensa, la huella de carbono militar de este grupo de Estados llegaría hasta los 467 millones de toneladas métricas en los próximos ocho años, lo que contrasta con la necesidad de reducir las emisiones de efecto invernadero un 43% a finales de década, según cálculos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC)

Los investigadores del TNI advierten de que la espiral de gasto armamentístico contrasta con los flojos esfuerzos económicos para financiar la lucha contra la crisis climática y ayudar a las naciones más empobrecidas a adaptarse a la coyuntura de emergencia ecosocial.Nick Buxton: «Necesitamos cambiar la mirada. Es el momento de priorizar la acción climática»

Con los fondos en Defensa de la OTAN, los países podrían dar cobertura durante 12 años al Fondo Verde por el Clima, una herramienta financiera creada en el Acuerdo de París que apenas dispone de liquidez y que debería contar con 100.000 millones de dólares anuales. Este fondo iba a servir para que los países en desarrollo pudieran financiar los gastos asociados a la mitigación del cambio climático. 

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) estima que los países ricos deberían sumar, de manera anual, 340,000 millones de dólares para un fondo que sirva a los países en desarrollo a adaptar sus economías y sociedades a la crisis climática y el incremento de los fenómenos meteorológicos adversos. Con el gasto militar actual de la OTAN se podría dar cobertura a esta herramienta de financiación climática durante los próximos cuatro años. 

«Nos enfrentamos a un aumento del gasto militar en todos los espacios. Es obvio que en los últimos años ha habido más crisis internacionales, pero la solución o salida a esto siempre es la militarización. El problema es que esta respuesta se da en un momento en el que la verdadera crisis, la más urgente, es la crisis climática.

Los científicos nos han dicho que tenemos una ventana muy pequeña par actuar», argumenta Nick Buxton, autor del informe y portavoz del Transnational Institute. «Necesitamos cambiar la mirada. Al fin de la guerra fría vimos que con la reducción del gasto militar se abrían oportunidades para, por ejemplo, la lucha contra la pobreza o la creación de la Agenda de Desarrollo Sostenible. Es el momento de priorizar la acción climática».