Ambientalistas en vigilancia por áreas protegidas de Pedernales

20-04-2022
Medioambiente
Ojalá, República Dominicana
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El ambicioso Plan de Desarrollo Turístico concebido por el gobierno para Cabo Rojo, Pedernales, se materializará entre importantes espacios protegidos por su valor ecológico. Esto  mantiene en vigilancia a los grupos ambientalistas, los cuales esperan que la iniciativa no perjudique las reservas naturales de la provincia, que son un 60 por ciento del territorio y que son vitales para un proyecto sostenible.

Dos importantes reservas naturales: el Parque Nacional Jaragua y el Parque Nacional Sierra de Bahoruco, protegidos mediante ley hace décadas,  podrían recibir un impacto perjudicial para la provincia y para la región de llevarse a cabo un desarrollo turístico del tipo realizado en la zona oriental del país.

Además de las reservas naturales, la provincia cuenta también con el Santuario Marino Arrecifes del Suroeste y áreas nacionales de recreo privilegiadas como Bahía de las Águilas, Playa Larga y Playa Blanca.

Las preocupaciones de ambientalistas

Encargados del proyecto han expresado su compromiso de salvaguardar las áreas protegidas, pero la bióloga Yolanda León, del Grupo Jaragua, que trabaja hace más de cuatro décadas en la zona, expresó su preocupación por el tipo de desarrollos propuestos en el proyecto.

“Ahora mismo me preocupa el aeropuerto, porque no tiene emitidos los términos de referencia para el estudio de impacto ambiental, ni licencia y ya están abriendo trochas y haciendo movimiento de tierra. El aeropuerto va a suponer un desalojo de, creo, más de 150 propiedades de Los Tres Charcos”, sostuvo,  e indicó que no ven justificación cuando existen otras áreas “e incluso un aeropuerto en Cabo Rojo que se podría ampliar”.

La también profesora universitaria indicó que en los trabajos de ampliación de la carretera Enriquillo-Pedernales “se ha hecho más daño del que entendíamos era necesario y casi todo ese daño ha sido en el Parque Nacional Jaragua”.

Agregó que para la construcción de hoteles del proyecto fueron escogidas dos áreas grandes, fuera de espacios protegidos del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (Sinap), “pero se escogió un lugar protegido por la convención Ramsar, un humedal de importancia internacional”.

Dijo no entender el motivo por el cual se eligió el lugar del humedal, cuando hay áreas sin ese problema, y sostuvo que se debe tener en cuenta la presencia de arrecifes de coral y patos marinos en el espacio donde se prevé la construcción de un muelle en Cabo Rojo.

Tanto León, como Nelson Bautista, del grupo Acción Verde, coincidieron en que los parques nacionales de la zona presentan un “abandono histórico”, una situación que es similar en otras provincias.

Al citar el caso del Parque Jaragua, Yolanda León manifestó que muchos guardaparques son envejecientes, “quienes no desean ser pensionados porque, según ellos, pierden el seguro. Hay casetas abandonadas y sitios en donde asaltan las casetas”.

Destacó el reto que supone el patrullaje en el parque, por ser un área marina grande. “Además, no es un secreto, es una zona de mucho narcotráfico y a esa mafia se le suma la de la canelilla y el guaconejo, que son productos del parque que se extraen ilegalmente”, agregó León, quien resaltó la labor del administrador del parque, quien “hace más de lo que puede, a pesar de que no tiene un vehículo para las labores”.

Bautista citó, por ejemplo, que sin el agua que produce la Sierra de Bahoruco “Pedernales está condenado a poner una planta de desalinización y otros procesos o traer agua de otro lugar”.

Parque Nacional Jaragua

Establecida mediante decreto el 11 de agosto de 1983, esta área protegida ocupa la porción sur del procurrente de Barahona, en el límite suroeste de la República Dominicana con Haití (Pedernales). Cuenta con 1,536 km2 de extensión y se le considera una de las áreas protegidas más importantes del Caribe insular, además de ser núcleo de la Reserva de la Biosfera Jaragua-Bahoruco-Enriquillo.

La zona alberga una buena parte de la biodiversidad que da razón de ser a esa área protegida, para el anidamiento de tortugas y como hospedero de las especies endémicas, explica el ambientalista Nelson Bautista.

Parque Nacional Sierra de Bahoruco

Los mil kilómetros cuadrados y 70 kilómetros de extensión del parque se extienden por tres provincias: Barahona, Bahoruco y Pedernales. El área protegida integra la Reserva de la Biosfera, declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La zona alberga una gran gama de bosques con más de dos mil metros y bosques de pino de La Hispaniola y un subterreno de piedra caliza. La Sierra de Bahoruco es el hogar de alrededor de 180 especies de orquídeas, 32 endémicas, iguanas rinoceronte y el solenodonte de La Hispaniola.

El área es el hogar del Hoyo de Pelempito, una depresión que, además de flora endémica, alberga varias historias que se remontan a la época de los cacicazgos.