La Rosa de Bayahíbe (Leuenbergeria quisqueyana = Pereskia quisqueyana (Alain) Lodé) es un cactus endémico de República Dominicana, designado como flor nacional en el año 2011.

Según la Lista Roja de la Flora Vascular en República Dominicana (2016) y la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la especie se encuentra en la categoría de Peligro Crítico, lo que significa que en el medio silvestre enfrenta un riesgo sumamente alto de desaparecer en un corto plazo, a menos que se tomen medidas que lo eviten.

Ante esta situación, en nuestro país se está desarrollando el proyecto “Conservación de los sitios de la Alianza para la Cero Extinción (AZE, por sus siglas en inglés) e Incorporación del concepto AZE en República Dominicana”.

Esta alianza es una iniciativa global de conservación que cuenta con 125 organizaciones conservacionistas, las cuales buscan evitar la desaparición de 899 especies catalogadas en peligro de extinción.

Esta organización ha venido trabajando en la identificación y protección de los lugares que albergan la biodiversidad más amenazada del mundo.

Este proyecto ha emprendido una serie de iniciativas clave para mitigar las amenazas que enfrenta la Rosa de Bayahíbe y asegurar su supervivencia, entre ellas, la elaboración de un plan de conservación para la especie. Este plan se ha propuesto tres objetivos clave:

1. Identificar, recuperar y proteger las poblaciones naturales de L. quisqueyana.

2. Asegurar la conservación de su diversidad genética a través de programas ex situ.

3. Generar alternativas económicas que incentiven la preservación de esta especie emblemática.

Para desarrollar este plan se han realizado trabajos en campo los cuales han incluido mapeo y monitoreo en las poblaciones remanentes de la especie, siendo estos fundamentales para lograr un avance significativo en el desarrollo del proyecto.

Apoyo y jornadas

La integración de las comunidades ha jugado un papel importante en el desarrollo de este proyecto, quienes de manera integral se han involucrado en las diferentes actividades, entre las que se destacan las charlas de concientización dirigidas a estudiantes, y asociaciones de la zona. 

Estas charlas se llevaron a cabo con la activa participación del director municipal de Bayahíbe, Enriquillo Brito, y la directiva del Liceo Bayahíbe, quienes han ayudado en la logística de las charlas. Como contacto directo con los lugareños de la comunidad, el joven Edward Santana, quien ha mostrado gran entusiasmo y apoyo en dicha iniciativa.

Entre las actividades que se han ejecutado para lograr los objetivos de este proyecto se destacan las jornadas de siembra de la Rosa de Bayahíbe.

Estas jornadas se han enfocado en una de las localidades históricas de la especie, situada al lado de la carretera Bayahíbe, la cual contó con el apoyo de los dueños de la bomba PETRONAN, administrada por Luis Ney Soto. Dicha administración cedió gentilmente los permisos para los trabajos de exploración y siembra en esta propiedad privada.

Otro de los sitios clave para las restauraciones ha sido el Parque Nacional Cotubanamá. En este último sitio contamos con la participación de la Asociación Hotelera de La Romana y Bayahíbe, y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.

Para asegurar la conservación de la diversidad genética de la planta se ha destinado un espacio dentro del Jardín Botánico Nacional en el cual se han reproducido cerca de 600 individuos, 400 por semillas y 200 por esquejes o estacas, de individuos hembras.

Se han desarrollado alternativas económicas en uno de los viveros de la zona, Vivero P y M, perteneciente a la señora Milquella Peña, a la cual además de proveer individuos, también dimos técnicas para que pueda reproducir y promover la planta con los clientes como una manera de contribuir a su conservación.

La venta de esta especie en viveros comunitarios permite a los habitantes de las zonas aledañas beneficiarse, al mismo tiempo contribuir con el resguardo de la misma.

A medida que el proyecto avanza los actores involucrados mantienen la esperanza de que se pueda mitigar la categoría de amenaza que presenta esta especie, demostrando que con esfuerzo y compromiso es posible revertir la crisis de la biodiversidad y preservar los tesoros naturales de República Dominicana.

Este proyecto agrupa un equipo de conservacionistas y científicos de diversas organizaciones nacionales e internacionales que trabajan a favor de la conservación, como Alliance For Zero Extinction (AZE), American Bird Conservancy, Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF), Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Environment Programme. Como coordinadores nacionales se encuentran el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena) y SOH Conservación, también contamos con otros socios como el Jardín Botánico Nacional (JBN), Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), Fondo Nacional para el Medio Ambiente y Recursos Naturales (Fondo Marena) y el acompañamiento técnico de Yuley Encarnación, bióloga botánica, quien ha trabajado con la familia Cactaceae en La Hispaniola.

Esta iniciativa no solo se está desarrollando en la República Dominicana, sino en otros países como Chile, Colombia y Madagascar. En nuestro país, el proyecto está dirigido por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, punto focal del GEF y SOH Conservación, una organización ambiental sin fines de lucro que además de trabajar con Leuenbergeria quisqueyana en Bayahíbe, también está trabajando en el Monumento Natural Miguel Domínguez Fuertes con la rana Eleutherodactylus rufifemoralis para el mismo proyecto.

Agradecimiento

Agradecemos la participación de Luigi Arvelo quien ayuda arduamente en los trabajos de vivero con la reproducción de las especies, Pedro Toribio y Leonel Castillo quienes además de ser chofer juegan un papel importante en los trabajos técnicos que se desarrollan en el área de estudio.