Alas Libres
Es una pena que en este país tropical que es una eterna primavera y que las aves anidan en cualquier
tiempo se esté discutiendo su sentencia de muerte . ¡Eso me duele y me ha dolido siempre! ¿Quien nos da el derecho de decidir que criatura vive y que criatura muere?
Yo no soy capaz de apoyar a matar nada (ni lo malo ni lo bueno), estoy en contra de MATAR y mucho menos las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, pero Dios las alimenta.
¿Qué derecho tenemos nosotros para decidir sobre su existencia? Llevó días con esa espina clavada,
pensando en las cigüitas Pechijabaos y las monjitas tricolor catalogada como plagas y dándole luz verde para la cacería y los envenenamientos que es lo que van hacer los campesinos, así como los grandes atrapamientos con redes para su comercialización y venta.
Esto es un tema que debiera estar proscrito en la sociedad en la que yo quisiera vivir. Una pequeña isla llena de riquezas y endemismo discutiendo el destino de aves libres y decidiendo por su vida. Uno se siente ofendido con estar participando en esto de a quiénes vamos a matar y cuántos.