¡Júa, júa, júa e’!
¡Lo mataron por calié!

Las Cachúas de Cabral se entroncan, recuerdan y honran a los esclavos cimarrones que se asentaron en el Maniel de Los Naranjos y luego se integraron a lo que es hoy Cabral.

Fenómeno sincrético de la religiosidad africana bajo el manto encubridor de la tradición cristiana.

Desfilan sábado, domingo y lunes de Semana Santa,  pero también tienen presencia en el Carnaval en el mes de febrero.

Las Cachúas culminan su celebración con una procesión hacia el cementerio municipal, donde se agitan los fuetes encima de las tumbas, homenaje a los cachúas fallecidos.

Las Cachúas llevan su nombre por el tamaño de sus cachos, que se esconden detrás de la cabellera de la careta.

El fuete de cabuya trenzada, simboliza al esclavo liberado y empoderado.