El perdón indígena y el cuidado del clima, claves del viaje del Papa Francisco a Canadá

21-07-2022
Laicidad/ Religiones
Página 12, Argentina
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El papa Francisco emprenderá este domingo un largo viaje a Canadá donde se reunirá con las comunidades indígenas víctimas de abusos en internados católicos 
y reivindicará el cuidado del medio ambiente. 

El viaje apostólico nace de los encuentros que Francisco mantuvo en los últimos meses en el Vaticano con grupos indígenas, los inuit, los métis y las primeras naciones, explicó en una rueda de prensa el vocero de la Santa Sede, Matteo Bruni.

Se trata del 37º viaje internacional de Francisco, que lo considera «una peregrinación penitencial» por los abusos que los indígenas vivieron en internados católicos durante los procesos de asimilación forzada en los siglos XIX y XX. El papa también hará hincapié en la necesidad de cuidar del clima, «un tema también importante para los indígenas», y se espera algún llamamiento contra la guerra en Ucrania, dada la amplia comunidad ucraniana que reside en la ciudad de Edmonton.

A lo largo de su viaje, Francisco pronunciará un total de nueve discursos en español y no en italiano como suelen hacer los papas, al parecer por la dificultad de hallar traductores de esa lengua al indígena, precisó Bruni.

Serán seis días cargados de actos y largos vuelos que el papa encara con un dolor de rodilla que lo ha obligado a suspender otros viajes, como el previsto a Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. El dolor persiste «pero menos», indicó el vocero de Vaticano, por lo que no se excluye que durante el viaje se tenga que recurrir a algún tipo de ayuda.

Desde fines del siglo XIX hasta la década de 1990, unos 150 mil inuit, mestizos o integrantes de los pueblos originarios fueron ingresados a la fuerza en 139 internados de todo el país. Abusados y aislados de sus familias, su lengua y su cultura, se cree que miles murieron de enfermedades, abandono y desnutrición.

El descubrimiento en los últimos meses de los restos de cientos de niños indígenas enterrados en tumbas sin nombre en los emplazamientos de las escuelas marcó en la conciencia nacional la realidad de cómo el Estado y la Iglesia católica los hicieron sufrir.