Ante la asfixia de la economía rusa y el éxodo masivo de las multinacionales, Moscú ha decidido prohibir las exportaciones “de productos y (o) materias primas” para proteger a la industria rusa de una sangría incontenible.

El presidente ruso, Vladímir Putin, ha firmado este martes un decreto de “medidas especiales” para “garantizar la seguridad de la Federación Rusa y el funcionamiento ininterrumpido de la industria”. Según han informado las agencias locales rusas, la medida estará vigente hasta el 31 de diciembre de 2022.

El Gobierno ruso determinará en los próximos días la lista de productos y materias primas a las que afectará esta sanción, así como los países a los que no se podrán enviar. Por el momento, el documento solo detalla que estas medidas no se aplicarán a los “productos y materias primas exportados de Rusia o importados al país por ciudadanos de la Federación Rusa, ciudadanos extranjeros y apátridas para uso personal».

El anuncio de este decreto se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciara que su país prohibirá las importaciones estadounidenses de «petróleo, gas y energía» de Rusia por la invasión de Ucrania.

También este martes el viceprimer ministro ruso Alexander Novak ha afirmado que Rusia tiene todo el derecho a tomar medidas si se imponen sanciones a sus exportaciones energéticas, como establecer un embargo al gas que llega a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1.

Novak ha subrayado que con sanciones mutuas sobre el gas «nadie gana (…) a pesar de que los políticos europeos, con sus reclamos y acusaciones, están empujando hacia ello».