Muhammad Yunus aboga por convertir economía en una verdadera ciencia social, dedicada a la gente
Muhammad Yunus, conocido como el «Banquero de los pobres», propone incorporar el interés colectivo para que la economía se convierta de verdad en una ciencia social, genuinamente dedicada a la gente.
En una entrevista concedida a Ethic, condenó que la economía sea individualista, que solo le concierne hacer dinero y está centrada en intereses egoístas.
«El propósito es convertir la economía en una verdadera ciencia social, genuinamente dedicada a la gente. Pueden hacerse negocios para resolver los problemas sociales y ya hay muchas corporaciones que están desarrollando el negocio social en paralelo al negocio convencional».
El creador de los microcréditos se mostró escéptico ante la falta de compromiso del sistema financiero tradicional con la justicia social.
Descartó que podamos llegar a la justicia social desde las estructuras capitalistas actuales, por lo que considera necesario crear estructuras nuevas.
Desigualdad, una bomba que debemos desactivar
Reveló que tiene tres preocupaciones: la concentración de riqueza, el medioambiente y la inteligencia artificial. Calificó la desigualdad como «una bomba de relojería sobre la que estamos viviendo y que debemos desactivar».
» (La desigualdad) es un desastre creado por el sistema capitalista. Y está yendo a peor cada día, cada año. Es un sistema extremo, donde toda la riqueza se concentra en pocas manos: hoy, 26 personas tienen más riqueza que el 50 por ciento del resto del mundo. Esto genera odio, frustración y polarización social y política».
El economista bangladesí lamentó que los banqueros lo inviten a hablar sobre el exitoso producto financiero que creó hace más de 40 años, pero luego no lo llevan a la práctica.
«Ninguna institución financiera ha cambiado y eso es muy frustrante. Si son tan buenos los microcréditos, ¿por qué no desarrollarlos? Los bancos son muy entusiastas con el concepto de «inclusión financiera», pero no significa nada. El verdadero término es «cero exclusión financiera»».
«Aunque no culpo a las personas que trabajan en el sistema, ya que es el sistema y su diseño lo que no es bueno».
Medioambiente e inteligencia artificial, motivos de preocupación
Sobre el medioambiente, afirmó que «como nos advierten todos los científicos, dentro de 30 años estaremos en un punto de no retorno».
Y con relación a la inteligencia artificial, el Nobel de la Paz dijo que «claramente nos va a matar y no tendremos que esperar ni siquiera esos 30 años».
El poder transformador de lo pequeño
En el año 2006, Muhammad Yunus y el Banco Grameen –fundado en Bangladesh en 1983–fueron condecorados ex aequocon el Premio Nobel de la Paz por su labor en la concesión e impulso de los microcréditos o, según las propias palabras de la Academia sueca, «por sus esfuerzos para fomentar el desarrollo social y económico desde abajo».
El planteamiento es sencillo: se trata de extender préstamos de cantidades pequeñas de dinero a mujeres, que gozan de una capacidad económica limitada –emprendedores pobres en países en vías de desarrollo, en general– para mejorar las condiciones económicas en las que se encuentran y, de paso, empoderar a las comunidades más vulnerables.
Según sus cifras, más de 23 millones de personas han obtenido un mejor acceso tanto a microcréditos como a cuentas de ahorro y a otros servicios financieros.
Además, sus herramientas agrícolas móviles han permitido mejorar la productividad y aumentar los beneficios a más de 470, 000 productores pobres en África y América Latina.
«Cada individuo del planeta tiene tanto el potencial como los derechos para vivir una vida digna. Tanto Yunus como el Banco Grameen han mostrado que incluso el más pobre entre los pobres puede trabajar para proporcionarse su propio desarrollo», reconocían desde el jurado.
El porcentaje de devolución del dinero prestado, según la entidad, supera el 95%.