Luces y sombras: El desempeño económico de RD, con un Banco Central jugando su papel
En un esfuerzo por revitalizar la economía dominicana y mitigar los impactos económicos del entorno internacional desfavorable, el Banco Central de la República Dominicana ha implementado una serie de estímulos monetarios en los últimos meses, que buscan impulsar el crecimiento y la estabilidad, y que, conforme al desempeño económico del mes de septiembre, está comenzando a mostrar señales alentadoras de respuesta a estas medidas.
Los resultados más notorios de los estímulos monetarios al mes de septiembre del 2023, han sido el impulso al crecimiento económico, el IMAE de septiembre registró un crecimiento interanual de 3.1%, el más alto del año, el producto interno bruto real del trimestre julio-septiembre se sitúa en 2.6%, y el acumulado de enero a septiembre 2023 en un 1.7%
Diversos sectores, incluyendo el turismo (10.9%), la construcción (9.5%) y la agricultura (4.3%), han experimentado un repunte en la actividad. Esto se traduce en la creación de empleos y un aumento en la producción, factores cruciales para el bienestar económico de la nación.
La reducción de las tasas de interés y las medidas de alivio crediticio han alentado a las empresas y los consumidores a invertir y gastar. Esto está generando un aumento en la demanda de bienes y servicios, lo que a su vez estimulará la inversión en proyectos de desarrollo y la expansión de negocios.
Para tener una referencia, los bancos múltiples de diciembre 2022 a septiembre 2023 han incrementado la cartera de préstamos en RD$ 258,308.18 millones de pesos, equivalente a un crecimiento acumulado de 19.39%, situándose la cartera en RD$ 1.591 billones de pesos dominicanos. Claramente el 50% de estos resultados responden a los estímulos monetarios implementados por el Banco Central
A pesar de la inyección de liquidez en el mercado, la inflación se ha mantenido bajo control. El Banco Central ha demostrado su capacidad para mantener un equilibrio entre el estímulo económico y la estabilidad de precios, lo que es fundamental para el bienestar económico de los ciudadanos.
La inflación interanual en septiembre 2023 fue de 4.41 % y la subyacente de 4.68 %, encontrándose ambas dentro del rango meta de 4 % ± 1 % del programa monetario.
Si bien estos resultados son prometedores, existen desafíos por enfrentar. La incertidumbre global, la deuda pública y la desigualdad económica siguen siendo preocupaciones. Es crucial que se mantenga un enfoque en la creación de políticas que aborden estos problemas para garantizar un crecimiento económico sostenible y equitativo a largo plazo.
La desigualdad económica es una cuestión que requiere una atención seria. Aunque el crecimiento económico es esencial, no siempre se traduce en una distribución equitativa de los beneficios.
Los beneficios del crecimiento económico se concentran en los estratos más altos de la sociedad, mientras que los sectores más vulnerables pueden no experimentar mejoras significativas en sus condiciones de vida. Es fundamental abordar las disparidades en los ingresos y las oportunidades, así como promover políticas que fomenten una mayor inclusión económica.
Sólo hay que recordar el reciente evento del sábado pasado en la Zona Colonial Patrimonio de la Humanidad, donde cientos de jóvenes sin oportunidades se dieron cita para encontrar un supuesto botín, el desorden público y la falta de respuesta de las autoridades ha consternado a la sociedad dominicana.
Por otro lado, una parte importante de la población trabaja en el sector informal, donde las condiciones laborales son precarias y los salarios son bajos. Esto limita el acceso a beneficios sociales y a oportunidades de crecimiento económico a largo plazo.
La base de la pirámide de la población no siente que avanza y siente que ese crecimiento económico no llega. Si no se invierte adecuadamente en infraestructuras sociales como salud, educación, vivienda y transporte, es difícil que la base de la pirámide pueda aprovechar al máximo las oportunidades de crecimiento económico. Sólo hay que ver los hospitales como el dengue y los afectados con miedo a morir por la falta de respuesta del sector salud.
Finalmente, la respuesta de la economía dominicana a los estímulos monetarios del Banco Central es alentadora. Se han observado mejoras en el crecimiento económico y se ha mantenido la estabilidad de precios. Sin embargo, es esencial que se aborden los desafíos pendientes y se sigan monitoreando de cerca los efectos a medida que la economía continúa recuperándose. La coordinación entre el sector público y el privado será clave para asegurar un crecimiento sostenible y equitativo en el futuro.