Los precios suben en Estados Unidos un 7% y baten todos los récords en 40 años
La inflación se ha convertido en el gran caballo de batalla en la vida estadounidense como certifican los números de cierre del 2021 del Departamento de Trabajo. Los precios subieron un 7% el pasado diciembre en comparación al dato de hace un año. Este incremento representa un récord en cuatro décadas, desde 1982, ya «no cerca» al máximo como se decía tras la subida inflacionaria del 6,8% que se registró en noviembre, y emite una perspectiva sombría en la recuperación de la economía.
Este es el tercer mes consecutivo que la inflación supera el 6%. El incremento de noviembre a diciembre llegó al 0,5%, algo inferior al porcentaje anterior pero todavía muy intenso.
Los analista acertaron de pleno en su pronóstico. Hicieron sus previsiones a la vista de que las empresas continuaron subiendo precios ante los problemas de la cadena de suministro, incapaz de atender la enorme demanda de consumo. Esas compañías han reportado una ganancia de beneficios a expensas de las necesidades de los ciudadanos.
«Los suministros no han ido en paralelo a la demanda y los precios de los productos han ido al alza», señaló un informe de los servicios de inversión de Moody’s. «Las dificultades en los suministros, especialmente para semiconductores, también ha contribuido a la escasez de material de alto valor, como los utilizados en los coches nuevos, y han empujado el encarecimiento», añadió ese documento. Los vehículos usados se han convertido en un tesoro. Los coches y elementos de larga duración dominan en este encarecimiento.
Si se excluyen alimentación y energía, con precios altamente volátiles, el denominado núcleo del índice de precios del consumo creció de un año al otro un 5,5%, o un 0.6% respecto al mes previo. Esto representa el crecimiento anual más acelerado desde febrero de 1991.
«Todavía hay mucha escasez en la economía. Los consumidores y los negocios gozan de una buena forma financiera y son capaces de pagar más por los productos, los serviios y la mano de obra», señaló en la CNBC Sarah House, responsable económica de Wells Fargo, para subrayar el ritmo vertiginoso de la inflación.
El coste de la vida se mantiene como el principal elemento de preocupación de los estadounidense y supone, además, un terreno minado para el presidente Joe Biden frente a las acusaciones de los opositores de que despreció un asunto que afecta a todos los hogares, pero sobre todo a los de menos ingresos. La Casa Blanca pretende que la atención se centre en una trayectoria y no en un único dato. Pero este dato se va reiterando.
Jerome Powell, en su comparecencia este martes en el Senado para optar a un segundo mandato en la Reserva Federal (Fed o banco central de EE.UU.), reconoció que la inflación significa una amenaza para la existencia cotidiana y, en concreto, para el mercado laboral. Sostuvo que la Fed está dispuesta a realizar más incrementos en los tipos de interés de los tres previstos para este 2022 si el aumento de precios se atrinchera en la economía y en el pensamiento de los ciudadanos. Pero alertó que esta situación conlleva el peligro de tener una mala influencia en las contrataciones de trabajadores.