El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha vuelto a insistir en la necesidad de que la República Dominicana fortalezca su marco regulatorio y de supervisión para las cooperativas de ahorros y créditos. Esta recomendación, reiterada en múltiples informes anteriores, subraya la importancia de contar con un sistema financiero robusto y resiliente, capaz de enfrentar los desafíos económicos actuales.

El informe reciente del FMI, correspondiente a la misión de consulta del Artículo IV de 2024, señala que, aunque el sector financiero dominicano ha demostrado una notable resiliencia, existen áreas críticas que requieren atención urgente. Una de estas áreas es la regulación y supervisión de las cooperativas de ahorros y créditos. Estas instituciones juegan un papel crucial en la inclusión financiera y en el acceso a servicios bancarios para amplios sectores de la población. Sin embargo, la falta de un marco regulatorio adecuado pone en riesgo la estabilidad del sistema financiero.

El FMI ha sido claro en sus recomendaciones: es esencial actualizar el marco de regulaciones financieras y prudenciales para alinearlo con las normas internacionales más recientes. Además, se debe expandir el conjunto de herramientas macroprudenciales y cerrar las brechas regulatorias y de supervisión, particularmente en el caso de las cooperativas de ahorro y crédito. Estas medidas no solo fortalecerán la resiliencia del sector financiero, sino que también contribuirán a la estabilidad macroeconómica del país.

Las cooperativas de ahorros y créditos son fundamentales para la economía dominicana, especialmente en áreas rurales y entre poblaciones que tradicionalmente han tenido acceso limitado a los servicios bancarios convencionales. Estas instituciones permiten a sus miembros ahorrar y obtener créditos en condiciones favorables, fomentando el desarrollo económico local. Sin embargo, su crecimiento y operación sin una supervisión adecuada pueden llevar a problemas de solvencia y a un aumento del riesgo sistémico.

La falta de una regulación y supervisión adecuada de las cooperativas puede tener graves consecuencias. Entre los principales riesgos se encuentran:

1. Problemas de solvencia: Sin supervisión adecuada, las cooperativas pueden tomar decisiones de crédito riesgosas que pongan en peligro su solvencia.
2. Riesgo sistémico: La quiebra de una cooperativa grande o de varias pequeñas puede tener efectos en cadena, afectando la confianza en el sistema financiero en general.
3. Pérdida de ahorros: Los miembros de las cooperativas, a menudo pertenecientes a sectores vulnerables de la población, pueden perder sus ahorros en caso de problemas financieros de la cooperativa.

Para mitigar estos riesgos, el FMI propone varias medidas clave:

1. Actualización del marco regulatorio: Adoptar y adaptar las normas internacionales más recientes para asegurar que las cooperativas operen bajo estándares de seguridad y solvencia comparables a los de otras instituciones financieras.
2. Expansión de herramientas macroprudenciales: Implementar herramientas que permitan a las autoridades monitorear y mitigar riesgos sistémicos de manera proactiva.
3. Cierre de brechas regulatorias y de supervisión: Establecer una supervisión efectiva que cubra todas las cooperativas de ahorro y crédito, asegurando que todas operen bajo las mismas reglas y estándares.

El FMI ha reiterado, una vez más, la importancia de fortalecer el marco regulatorio y de supervisión de las cooperativas de ahorros y créditos en la República Dominicana. Esta es una tarea urgente y necesaria para garantizar la estabilidad y resiliencia del sistema financiero del país. Implementar estas recomendaciones no solo protegerá a los miembros de las cooperativas, sino que también contribuirá a la estabilidad económica y financiera de la nación en su conjunto.

Es hora de que las autoridades dominicanas tomen medidas decisivas para cerrar estas brechas y asegurar un futuro financiero más seguro para todos. ​​