La UE cierra un acuerdo con EEUU para garantizar gas licuado durante dos años
La Unión Europea y Estados Unidos han cerrado este jueves un gran acuerdo para incrementar el suministro energético de los Veintisiete a través de la llegada continua de barcos de gas natural licuado (GNL) durante los próximos dos años, lo que permitirá reducir la dependencia de Rusia gracias a las importaciones desde el otro lado del Atlántico. El plan, que también incluye el hidrógeno, ha sido confirmado este jueves por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y se formalizará este viernes, coincidiendo con la visita del presidente estadounidense, Joe Biden, a Bruselas. Allí tienen lugar las cumbres de la OTAN y el G7, además de una reunión clave del Consejo Europeo marcada por la reforma de los mercados de la electricidad y el gas.
La noticia supone un cambio radical en el panorama energético mundial que se prolongará más allá de la guerra en Ucrania. Hasta ahora, la Unión Europea importaba un 40% de su gas a Rusia, pero, en los últimos meses, ha disparado sus compras de GNL procedente de Estados Unidos, que compite con China por ser el primer exportador mundial. El plan de la Comisión Europea para reducir en dos tercios la dependencia de gas ruso de aquí al final de año ha disparado el interés por la llegada de barcos del socio norteamericano, que está haciendo un gran negocio en los últimos meses. En el caso de España, por ejemplo, ya se ha convertido en el primer exportador, por encima de Argelia.
Nuestro país será uno de los grandes beneficiados por el acuerdo, ya que cuenta con un tercio de la capacidad de regasificación de la Unión Europea. Tras llegar a los puertos en forma líquida, el GNL es devuelto a su estado natural en cualquiera de las seis plantas regasificadoras españolas y, desde ahí, puede llegar al resto del continente a través de los dos gasoductos que conectan a nuestro país con Francia. Las conexiones, infrautilizadas hasta ahora, tienen una capacidad de 7.000 millones de metros cúbicos (7 bcm, en la jerga del sector), que podría doblarse si se finaliza el ducto Midcat, que uniría la red peninsular con la europea a través de Cataluña. El acuerdo con Estados Unidos refuerza la intención de España de rematar la obra.
Reunión de Biden y Von der Leyen
El acuerdo se formalizará este viernes, tras una reunión entre Biden y Von der Leyen. En estos momentos, se estarían ultimando los detalles, según ‘The Washington Post’. «Mañana, con Biden, presentaremos un nuevo capítulo de nuestra asociación energética: gas natural licuado adicional de Estados Unidos a la Unión Europea para reemplazar el gas natural licuado que tenemos de Rusia. Un importante paso adelante», ha detallado la presidenta de Ejecutivo comunitario a la prensa.
Fuentes consultadas por Bloomberg aseguran que el plan tendría una vigencia de dos años y consideran poco probable que contemple cantidades específicas para las exportaciones —el diario londinense ‘Financial Times’ habla de 15 bcm hasta final de 2022, aunque dependerá del mercado— o estipule precios. No se trataría, por tanto, de la firma de contratos a largo plazo, sino del establecimiento de un marco de colaboración entre ambas potencias para asegurar el suministro en un momento clave. Primero, por las crecientes necesidades de la Unión Europea, que se harían más urgentes si en algún momento se corta el flujo procedente de Rusia. Y, segundo, porque Asia compite con los Veintisiete para recibir las exportaciones de Estados Unidos.
Ya antes de la cumbre, la propia Von der Leyen adelantó que estaba negociando con su aliado norteamericano un aumento del suministro para los dos próximos inviernos. Por su parte, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, aseguró que ambas potencias anunciarían «una acción conjunta para mejorar la seguridad energética europea y reducir por fin la dependencia europea del gas ruso», no solo a largo plazo, sino también durante los próximos meses. Esto último es clave para lograr el objetivo marcado por Bruselas de llegar al invierno con las reservas al 80%. «Es una gran prioridad», concluyó Sullivan en un discurso ante el Parlamento Europeo.