La Reserva Federal recortó nuevamente la tasa de interés en Estados Unidos pero adelantó menos reducciones en 2025
La Reserva Federal de Estados Unidos anunció un recorte de la tasa de interés de referencia de 0,25 puntos y la estableció en 4,25%-4,50 por ciento. Sin embargo, el organismo ha dejado entrever un ritmo más lento de recortes en el futuro, en medio de la incertidumbre sobre la inflación y los planes económicos del presidente electo Donald Trump.
Los responsables políticos votaron 11 a 1 a favor de bajar el tipo de interés de referencia, según anunció la Fed en un comunicado. El banco central revisó sus previsiones macroeconómicas y señaló que contempla solo dos recortes de tasas de un cuarto de punto porcentual cada uno en 2025, menos que las cuatro rebajas anunciadas hasta ahora.
También aumentó su pronóstico de inflación para el año próximo, de 2,1% a 2,5 por ciento. El organismo espera que la meta de 2% de inflación se alcance recién a fines de 2026.
Se trata del tercer recorte de año, ya que en septiembre bajó el índice 0,5 puntos y en noviembre 0,25. Las sucesivas decisiones están relacionadas con la ralentización de la inflación en la potencia norteamericana, que en octubre fue del 2,3%.
La reunión del miércoles pasado marcó el inicio de una nueva fase en la política de la Reserva Federal: en lugar de un recorte de tipos en cada reunión, es más probable que la Fed recorte en una de cada dos reuniones, como máximo. Hace tres meses, la Fed esperaba hacer cuatro recortes en 2025.
Hasta ahora, la Reserva Federal ha explicado sus medidas describiéndolas como una “recalibración” de los tipos de interés ultra elevados con los que se pretendía controlar la inflación, que en 2022 alcanzó su nivel más alto en cuatro décadas. Ahora que la inflación es mucho más baja –del 2,3% en octubre, según el indicador preferido de la Reserva Federal, frente a un máximo del 7,2% en junio de 2022-, muchos funcionarios de la Reserva Federal sostienen que los tipos de interés no tienen por qué ser tan altos.
Pero la inflación se ha mantenido estancada por encima del objetivo del 2% de la Reserva Federal en los últimos meses, mientras que la economía ha seguido creciendo a buen ritmo. El martes, el informe mensual del Gobierno sobre las ventas minoristas mostró que los estadounidenses, sobre todo los de mayores ingresos, siguen dispuestos a gastar libremente. Para algunos analistas, estas tendencias aumentan el riesgo de que nuevos recortes de tipos den un impulso excesivo a la economía y, al hacerlo, mantengan elevada la inflación.
Además, el presidente electo Donald Trump ha propuesto una serie de recortes fiscales -sobre las prestaciones de la Seguridad Social, los ingresos por propinas y las horas extraordinarias-, así como una reducción de las regulaciones. En conjunto, estas medidas podrían estimular el crecimiento. Al mismo tiempo, Trump ha amenazado con imponer una serie de aranceles y de deportaciones masivas de inmigrantes, lo que podría acelerar la inflación.
El presidente Jerome Powell y otros funcionarios de la Fed han dicho que no podrán evaluar cómo las políticas de Trump podrían afectar a la economía o a sus propias decisiones sobre tipos hasta que se conozcan más detalles y quede más claro qué probabilidades hay de que las propuestas del presidente electo se lleven realmente a la práctica. Hasta entonces, el resultado de las elecciones presidenciales ha acentuado sobre todo la incertidumbre que rodea a la economía.
En cualquier caso, parece poco probable que los estadounidenses disfruten pronto de unos costes de endeudamiento mucho más bajos. El tipo medio de las hipotecas a 30 años fue del 6,6% la semana pasada, según el gigante hipotecario Freddie Mac, por debajo del máximo del 7,8% alcanzado en octubre de 2023. Pero los tipos hipotecarios de aproximadamente el 3% que existieron durante casi una década antes de la pandemia no van a volver en un futuro previsible.
Los funcionarios de la Fed han subrayado que están ralentizando sus reducciones de tipos a medida que su tipo de referencia se acerca a un nivel al que los responsables políticos se refieren como “neutral”, el nivel que ni estimula ni obstaculiza la economía.
“El crecimiento es definitivamente más fuerte de lo que pensábamos, y la inflación está siendo un poco más alta”, dijo Powell recientemente. “Así que la buena noticia es que podemos permitirnos ser un poco más cautos mientras intentamos encontrar el nivel neutral”.
La mayoría de los demás bancos centrales del mundo también están recortando sus tipos de referencia. La semana pasada, el Banco Central Europeo bajó su tipo de referencia por cuarta vez este año al 3% desde el 3,25%, ya que la inflación en los 20 países que utilizan el euro ha caído al 2,3% desde un máximo del 10,6% a finales de 2022.
(Con información de AP)