La autonomía de las mujeres, la igualdad de género y la construcción de una sociedad del cuidado son una condición, un camino y un catalizador para el desarrollo sostenible
La autonomía de las mujeres, la igualdad de género y la construcción de una sociedad del cuidado son una condición, un camino y un catalizador para el desarrollo sostenible, subrayaron hoy Ministras de la Mujer y autoridades de los mecanismos para el adelanto de las mujeres de América Latina y el Caribe, durante la inauguración de la Sexagésima Segunda Reunión de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer que se realiza de forma virtual hasta el jueves 27 de enero.
La reunión, en la que participan delegadas y delegados de los países de la región, integrantes de organismos internacionales, de la academia, de organizaciones de mujeres y feministas, de la sociedad civil y dirigentes sindicales, entre otros representantes, es organizada por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), que ejerce la Secretaría de la Conferencia, en coordinación con la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de las Mujeres (ONU Mujeres).
En la sesión de apertura intervinieron Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL; María-Noel Vaeza, Directora Regional para las Américas y el Caribe de ONU Mujeres; y Mónica Zalaquett, Ministra de la Mujer y la Equidad de Género de Chile, en su calidad de Presidenta de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe.
El encuentro contó con la participación de Sima Bahous, flamante Directora Ejecutiva de ONU Mujeres quien, junto a Alicia Bárcena y María-Noel Vaeza, introdujo la Sesión Especial de Consulta Regional previa al 66° período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW).
“La recuperación será feminista o no será”, remarcó en su discurso inaugural, Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. Al hacer un recorrido por sus años al frente de la CEPAL, repasó los aportes que bajo su dirección se hicieron a la región para la igualdad sustantiva y la agenda regional de género.
En ese sentido, recordó que la CEPAL ha contribuido a instalar en la región la autonomía de las mujeres, a analizar y vincular la desigualdad de género con la falta de autonomía de las mujeres y a generar evidencia sobre la autonomía física, económica y en la toma de decisiones de las mujeres, sus interrelaciones y sus manifestaciones en los nudos estructurales de la desigualdad.
Recordó que las mujeres han estado en la primera línea de la respuesta a la pandemia provocada por el COVID-19 y nunca como ahora se ha resaltado la importancia del cuidado y la igualdad para la sostenibilidad de la vida.
Subrayó que, frente a un modelo de desarrollo que se asocia a la concentración de la riqueza, al deterioro ambiental, a la crisis climática y de los cuidados, a la precarización de las condiciones de vida de las mujeres y sociedades signadas por el patriarcado, el racismo, la violencia, la desigualdad y la cultura del privilegio, “no podemos volver a una normalidad que produjo enormes desigualdades, pobreza y sufrimiento”.
Por ello, “necesitamos un viraje urgente en el estilo de desarrollo para avanzar hacia una sociedad del cuidado en la que se reconozca la interdependencia entre las personas y el medio ambiente; la interdependencia entre los procesos productivos y la sociedad; y que ponga la sostenibilidad de la vida humana y del planeta en el centro”, afirmó Alicia Bárcena.
Advirtió que la pandemia ha profundizado las brechas y perjudicado desproporcionadamente a las mujeres, quienes se encuentran en los sectores más afectados por la pérdida de empleo. Pero los datos desalentadores no sólo ocurren en el ámbito de la autonomía económica, alertó la Secretaria Ejecutiva.
“Debemos visibilizar la pandemia en la sombra. El feminicidio y otras violencias de género continúan afectando a las mujeres y niñas de la región. De acuerdo con el Observatorio de Igualdad de Género de la CEPAL, al menos 4.091 mujeres fueron víctimas de feminicidio en 26 países de la región en el año 2020 y una de cada cuatro niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe contrajo matrimonio por primera vez o mantenía una unión temprana antes de cumplir los 18 años; una práctica nociva y una violación de derechos humanos que no ha variado en los últimos 25 años”, enfatizó.
Durante su intervención, la alta funcionaria de las Naciones Unidas destacó que en la última década la CEPAL ha acompañado a los gobiernos de América Latina y el Caribe en su trabajo para afrontar los desafíos conceptuales y de políticas públicas para promover un desarrollo sostenible basado en la igualdad de género y los derechos y la autonomía de las mujeres.
Destacó que la Estrategia de Montevideo para la Implementación de la Agenda Regional de Género en el marco del Desarrollo Sostenible hacia 2030 constituye un aporte de la región para posicionar la igualdad de género y la autonomía de las mujeres en el centro del debate sobre desarrollo sostenible. El Compromiso de Santiago, por su parte, tiene una mirada de futuro, con acuerdos en áreas que no habían sido abordadas previamente en la Agenda Regional de Género y que son clave para responder a los desafíos que emergen para las mujeres ante escenarios cambiantes en los planos económico, demográfico, climático y tecnológico.
Finalmente, Alicia Bárcena destacó la fuerza, coraje, la capacidad y la creatividad de las mujeres de América Latina y el Caribe y sus organizaciones, y reafirmó el compromiso de la CEPAL para continuar impulsando políticas y alianzas que permitan proteger los avances en la garantía de derechos de las mujeres alcanzados en la última década, evitar retrocesos y promover una recuperación transformadora con igualdad de género, que se base en los principios feministas de la redistribución del poder, de los recursos, del trabajo y del tiempo.
“El horizonte debe ser avanzar hacia la construcción de estilos de desarrollo justos e igualitarios. Vemos la sociedad del cuidado como un salto civilizatorio, como el más promisorio horizonte para una recuperación transformadora, sostenible y con igualdad de género”, agregó.
“Entre todas y todos podemos hacer más y mejor por una recuperación sostenible, inclusiva y resiliente. Lo repito una vez más: la recuperación de América Latina y el Caribe pospandemia será feminista o no será”, concluyó.
María-Noel Vaeza, en tanto, resaltó la urgencia de una mejor incorporación de las mujeres a la recuperación socioeconómica, con sistemas de cuidados integrales fortalecidos, y con universalización del acceso a la tecnología.
“Estos elementos permitirán la construcción de sociedades más justas e igualitarias, con mejores condiciones de hacer frente a los desafíos presentes y futuros. Me parece fundamental resaltar que la creación de sistemas integrales de cuidados puede convertirse en un verdadero motor de la recuperación socioeconómica de la región, que no deje a nadie atrás”, afirmó.
La Ministra Mónica Zalaquett, por su parte, subrayó que la pandemia ha mostrado la fragilidad de los logros en materia de igualdad de género que tanto costó alcanzar.
“Hoy se hace imperativo trabajar para que el mundo pos-COVID-19 sea estructuralmente menos desigual. Esta crisis nos ha dado una oportunidad única para implementar acciones que nos permitan reducir las brechas de género y avanzar con paso firme hacia un desarrollo sostenible. Debemos actuar con urgencia en la reestructuración de los sistemas de cuidados”, afirmó.
En la 62ª Reunión de la Mesa Directiva las autoridades intercambiarán opiniones y posiciones sobre los preparativos de la XV Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe que se celebrará este año en Argentina y que tendrá como tema central “La sociedad del cuidado: horizonte para una recuperación sostenible con igualdad de género”.