IFC espera aumentar su inversión en América Latina a US$6.300 millones
La Corporación Financiera Internacional (IFC), fundada en 1956, ha buscado desde entonces promover el desarrollo económico de los países emergentes impulsando el papel del sector privado y ha movilizado más de US$285.000 millones en inversiones en este tipo de territorios, de los cuales América Latina ha sido partícipe.
Durante muchos años la Corporación se ha vuelto un aliado para los países en desarrollo prestándoles recursos para potenciar sus naciones, ayudándolos a estructurar negocios con el fin de jalonar inversión privada y movilizando capital de otros inversionistas hacia estas zonas.
En el ejercicio de 2021 los compromisos de inversión de la Corporación totalizaron US$31.500 millones, que incluyen US$23.300 millones en financiamiento a largo plazo y US$8.200 millones a corto plazo, en compañías privadas e instituciones financieras de economías emergentes y en desarrollo, relatan las últimas cifras del informe anual de IFC.
En entrevista con Bloomberg Línea Makhtar Diop, director gerente de la Corporación Financiera Internacional (IFC), explicó cuánto esperan que aumenten las inversiones para América Latina este año fiscal, en qué tipo de proyectos se están enfocando y los retos que tiene la región para cerrar brechas que la hacen menos competitiva y más desigual frente a otras.
En diálogo con este medio Diop resaltó que en el ejercicio fiscal 2021 -que finalizó el 30 de junio de ese año- invirtieron US$5.600 millones en América Latina y en el nuevo año fiscal esperan que la cifra llegue a los US$6.300 millones. “Vamos a tener una progresión constante de nuestros préstamos hacia América Latina”.
Puntualmente para el caso de Colombia, el director mencionó que este país representa la segunda mayor cartera de la IFC en América Latina, superada por Brasil. “Estamos planeando este año prestar US$900 millones a las empresas en Colombia”, añadió el director.
Continuando con lo anterior vale mencionar que, además de Brasil (US$3.600 millones) y Colombia (US$1.800 millones), en el top 5 de los países que representan mayores montos en el portafolio de inversión son México (US$1.600 millones), seguido por Argentina y Chile con US$1.2 millones y US$624 millones, respectivamente. Estos datos son con corte al ejercicio fiscal 2021.
Entre los frentes en los que invierte la Corporación, y que están siendo priorizados, está “mejorar la competitividad de las empresas, la inclusión y contribuir realmente a la lucha contra el cambio climático”, mencionó el director al agregar que “también estamos haciendo hincapié en la necesidad de robustecer el capital humano y reducir la brecha de infraestructura a la que se enfrentan los países de América Latina”.
Sobre las apuestas de la Corporación respecto al apoyo de países en la lucha contra el cambio climático, el director expuso que “el 85% de todas las nuevas inversiones que la IFC hará para 2023 estarán alineadas el Acuerdo de París, con una financiación totalmente acorde con los criterios que se establecieron en la COP21 y para 2025 estarán alineadas con París al 100%”.
El director también agregó que en este tipo de inversiones no se busca solo ayudar a combatir el cambio climático, sino a su vez, incluir y favorecer a poblaciones que durante años han estado excluidas. Uno de los ejemplos que puso es que cerca del 70% de la producción de caña de azúcar se hace a través de pequeños agricultores, así que “si eres capaz de cuadrar la cadena de valor y ecologizar todo lo que puedas de la producción, no solo estás haciendo un bien al planeta, sino que estás incluyendo a personas que han sido excluidas del proceso en el pasado”.
Sobre la situación política a la que se han enfrentado varios países de la región con elecciones presidenciales que han dado un giro a la izquierda y si esto podría impactar o no el flujo de inversiones a estas naciones, Diop dijo que no hace parte de sus funciones opinar sobre política pero enfatizó en que “lo que hay que hacer es darle oportunidades a la gente más pobre”, razón por la cual los países deben revisar cómo fortalecen el capital humano de su población.
Otro de los puntos clave para ir cerrando brechas es “financiar a las empresas dirigidas por mujeres con el fin de apoyar las actividades que afectan al poder económico de este segmento de la población y sus familias”, comentó al agregar que uno de los retos de América Latina es aumentar su crecimiento y hacer que este “se produzca también en sectores que permitan a los más pobres beneficiarse del aumento de la riqueza de los ingresos”.
Cerrar brechas digitales es así mismo una de las grandes tareas de la región y por ende es una oportunidad para atraer inversiones que permitan solucionar esta problemática. “Nos dimos cuenta de que los países que tenían más acceso a la tecnología digital podían responder a la crisis con mayor facilidad porque la gente podía trabajar desde casa en otros países”.
Consciente de que la inflación está siendo un gran flagelo para el mundo, y por ende la región, Diop expuso que están ayudando a los países “en el lado de la oferta para ayudar a aumentar la producción y diversificar la fuente de ingresos de producción en estos, en particular en torno al trigo”.
Por último, el director enfatizó en que aunque los bancos centrales del mundo tienen herramientas para controlar la inflación, “estas también, en el contexto actual, son complejas de aplicar pues implica reducir la oferta de dinero. Si se hace eso en el contexto de las repetidas crisis de Covid-19 y la guerra actual, el impacto social puede ser importante”.
“Creo que hay suficiente liquidez para poder redirigir una gran cantidad de inversión extranjera directa en las economías emergentes”,
Makhtar Diop