Evolución de la inversión extranjera directa en República Dominicana

01-03-2024
Economía y empleos
Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles, República Dominicana
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La inversión extranjera directa (IED) en República Dominicana experimentó un aumento del 9.2% en 2023 con respecto al año anterior, ascendiendo de US$4,010 millones a US$4,381 millones. Este incremento representó un ligero crecimiento del porcentaje del PIB, pasando del 3.5% al 3.6%. Sin embargo, parte de este crecimiento se genera por efecto inflacionario. Por ejemplo, en 2019 la inversión fue de un monto inferior (US$3,021), pero igual representaba un 3.4% del PIB, lo cual no difiere mucho de lo registrado en el 2023.

Según el último informe anual de la CEPAL sobre la IED en América Latina y el Caribe en 2023, que contiene datos hasta el año 2022, la inversión en República Dominicana se sitúa por debajo del promedio de los países seleccionados, que fue del 5.8%. En este informe, la IED como porcentaje del PIB posiciona al país en el noveno lugar entre los países seleccionados.

Cabe destacar que dentro de la IED no se incluyen solo los flujos de inversión nuevos sino también la reinversión de utilidades, la cual representó el principal componente para el promedio de los países de la región, con un 43% del total.

En 2022, la región de América Latina y el Caribe recibió un total de US$224,579 millones en IED, lo que representó un aumento del 55.2% con respecto al año anterior y el valor máximo registrado hasta la fecha. Brasil fue el país con mayor participación, con un 40.7% del total, seguido por México con un 17.3%. República Dominicana solo registró un 1.8% del total, ubicándose en el noveno lugar en términos de participación.

La inversión tiende a dirigirse hacia lugares que ofrecen entornos de menor incertidumbre y condiciones favorables para los negocios. En este sentido, el 1.8% de participación para el país indica una gran oportunidad de implementar los cambios necesarios para proporcionar dichas condiciones. Destacamos la necesidad de reformas estructurales en áreas como el sistema tributario, el mercado laboral, el sector energético, la burocracia estatal y el mercado de hidrocarburos. Estas reformas incentivarían mayores inversiones tanto nacionales como extranjeras, lo que a su vez contribuiría a mejorar la calidad de vida de la sociedad dominicana.