La pandemia supuso la pérdida de 469,494 empleos, de los cuales 205,757 eran formales, según la Encuesta Nacional Contínua de Fuerza de Trabajo (ENCFT) del Banco Central de la República Dominicana y que consiste en recopilar información de una muestra de 8,480 viviendas cada trimestre.

Hay que decir de inmediato, que esta encuesta no tiene el rigor de los registros administrativos de la Tesorería de la Seguridad Social que incluyen solo a los asalariados formales cotizantes, pero en cambio, ofrece una aproximación avalada por OIT al mercado laboral que abarca empleos formales e informales.

De acuerdo a sus resultados a marzo de 2021, aún quedarían por recuperar o crear 192,491 empleos para alcanzar la cantidad de empleados existentes previo a la pandemia. Esto, sin calcular la cantidad de jóvenes hábiles que se incorporaron al mercado laboral marzo 20-marzo-21, cuyo número se desconoce.

En marzo de 2020, previo a la pandemia, 4,716,189 personas tenían un empleo formal o informal en nuestro país, cifra que cayó a 4,246,695 personas en junio de 2020 y que fue aumentando hasta alcanzar 4,413,383 personas en marzo de 2021. Sin embargo, el desempleo (abierto) viene creciendo desde el tercer trimestre de 2020: 7.1, 7.4, cuarto trimestre 2020 y 8 % en marzo 2021.

Se estaría sintiendo, aparentemente, cosa que escapa a las políticas del Banco Central, la falta de una política gubernamental activa de creación de empleos que pueda reaccionar con eficacia a la lenta recuperación del turismo, comercios y trabajo doméstico, orientada, según expertos, a estimular la construcción pública, la producción agropecuaria y el fortalecimiento de las mipymes.

Otro de los datos preocupantes que ofrece la encuesta es el aumento de la subutilización de la Fuerza de Trabajo o desempleo ampliado que alcanzó un sorprendente 15.6 %. Lo curioso es que luego de caer a finales del cuarto trimestre del año pasado, vuelve a crecer en el primer trimestre de 2021 tal como se aprecia en la gráfica más abajo.

Como consecuencia de todo lo anterior se advierte un crecimiento de la precariedad de los empleos, es decir, bajos salarios, sin protección social ni garantías laborales mínimas que se expresa en un aumento de los empleos informales. De acuerdo al Banco Central, los empleos informales son hoy un 57.7 % de los empleos.

Una dolorosa situación que merece urgente atención y acción del gobierno dominicano.