Dominicanos no ganan ni para comer ni mucho menos para ahorrar
Durante la última semana, el tema tendencia ha sido el aumento de los salarios realizados en algunas instituciones del Estado, donde la sociedad ha cuestionado la legalidad, la prudencia y hasta la empatía y solidaridad con los que menos ganan.
Algunas instituciones descentralizadas y autónomas, como es el caso de la Superintendencia de Bancos, que no recibe fondos públicos del presupuesto general del Estado Dominicano, realizaron sus incrementos de salarios conforme al ajuste de inflación y bajo el amparo legal establecidas en sus normativas.
Otras instituciones que no cumplen con estas características, ni cumplen con el rol de regulación y supervisión de áreas económicas, se incrementaron los salarios de manera desproporcionada, pagando justos por pecadores. Donde los justos han sufrido las consecuencias negativas en su reputación de lo que han hecho mal los pecadores y fuera del amparo legal.
El tema de los bajos salarios en la República Dominicana es un tema estructural de la economía que data de muchos años y va más allá de todas las administraciones gubernamentales, que se ha magnificado en el contexto de esta alta inflación que vive nuestro país y el mundo, donde los incrementos de precios de la comida, la energía, y todo en general, ha erosionado el poder adquisitivo de las personas para vivir dignamente. La gente siente que no tiene dinero ni para comer ni mucho menos para ahorrar.
A junio del 2022, conforme a los datos publicados por el Banco Central de la República Dominicana, el costo promedio de la canasta familiar básica nacional ascendió a RD$ 42,060.48, y según los quintiles entre primer (lo más vulnerables y de menores ingresos) hasta el quinto (lo de mayores ingresos), la canasta básica oscila entre los valores de RD$ 24,978.23 y RD$ 69,194.13.
En ese mismo sentido, conforme a los datos estadísticos publicados por la Tesorería de la Seguridad Social, a marzo del 2022, el país cuenta con dos millones, trescientos treinta y nueve mil, cuatrocientos noventa empleos formales (2,339,490), de los cuales el sector privado es el mayor empleador con el 70.3 %, para una cantidad de 1,644,581 empleos, y la Administración Pública el 29.7 %, es decir 694,909 empleos.
El salario promedio que reciben los dominicanos asciende a RD$ 28,987.1 pesos, y el 77.56 % de todos los dominicanos y dominicanas, es decir un total de 1,814,417 personas, perciben salarios menores a los RD$ 30,000.00 pesos. Esto significa que no ganan ni para cubrir la canasta familiar básica y mucho menos para ahorrar y tener fondos de emergencias en caso de una crisis. Lo cual revela la vulnerabilidad salarial para vivir dignamente en las familias dominicanas.
Otro dato importante, que revela las informaciones de la Tesorería de la Seguridad Social, es que en promedio el Sector Público paga mejor que el Sector Privado, es decir, que la media salarial del Gobierno es de RD$ 35,513.7 pesos, y la del sector privado es de RD$26,287.0 pesos, un 26 % más paga el Gobierno.
La Administración Pública tiene mejores salarios para los rangos salariales que oscilan entre los RD$ 5.0 mil a RD$ 50.0 mil pesos.
Por lo que la República Dominicana existe un mayor incentivo trabajar para el sector público que para el sector privado. Salvo en los casos, en que el rango salarial supera los RD$ 50,000.00 pesos, donde la media salarial del sector privado (RD$ 123,796.7 pesos)es significativamente mejor que la media salarial del sector público (RD$ 80,552.0 pesos).
La estructura salarial o de salario mínimo, según la clasificación de la empresa, que son las mayorías en la República Dominicana es la siguiente:
Ahí está la razón de porqué tanta irritación en la sociedad dominicana cuando se entera, sin la debida información, de que algunas instituciones han realizado aumentos salariales conforme a su derecho legal. La irritación no debe ser con lo que actúan bajo el amparo legal, debe ser para aquellos que vulneran las leyes.
La mayoría de las personas en la República Dominicana, no ganan salarios para vivir dignamente, para cubrir sus necesidades básicas, ante esta situación estructural, el Estado Dominicano debería tener una política de ajuste salarial por alta inflación y por la productividad de los empleados, tanto en el sector público como en el privado.
Muchas personas se fajan a estudiar, tienen maestría y están bien formados para percibir una miseria de salario, como he visto en algunos comentarios de las redes sociales, se sienten irritados por la falta de oportunidad laboral y por los bajos salarios que perciben, pero esto no es culpa de las instituciones que tienen políticas establecidas para preservar los mejores recursos profesionales en sus nóminas.
Finalmente, en la República Dominicana, los salarios son bajos en general, debe ser una responsabilidad del Gobierno, y en este caso del Ministerio de Trabajo y del Ministerio de Administración de Personal, trabajar en beneficios de la mayoría de los empleados públicos y privados, para que en tiempo de alta inflación existan ajustes automáticos que compensen la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
¡En la sociedad dominicana los justos no pueden seguir pagando por los pecadores!