Dando y dando

05-07-2024
Economía y empleos
Ojalá, República Dominicana
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Si voy al supermercado, a la mueblería, a la farmacia, busco aquello que me resuelva, a cambio de mi dinero; procuro el producto o el servicio que me rinda, a cambio de lo que gano. Y si cumple con mis necesidades y su calidad lo amerita, estaría dispuesto a sacrificarme y pagar unos pesos más. Pero sólo así.

Igual pasa con la reforma fiscal, si no me dan un 911 eficiente, una luz sin apagones y a un costo razonable, si no me han resuelto el caos de un tráfico que me consume más en combustible, que me roba a la semana muchas horas de tiempo y altera mi ánimo diario; si no me atienden bien en los hospitales, entonces, de acuerdo a lo justo y a lo legal, ¿cómo diablos me vienen que la presión fiscal es baja y que me van a castigar con más impuestos?

Dando y dando, dice el pueblo. Hace cuatro años tenía mejor vida y aún los problemas no resueltos iban en camino de serlo, y luego me prometieron muchas cosas y no me cumplieron, a mí no me hablen ahora de “cargarme el dado” con reforma fiscal.

Queremos hechos concretos, no más mareos con promesas. Porque el gran problema del presente gobierno es la CONFIANZA. Ellos malinterpretan paciencia con confianza, especialmente cuando hay cuatro años por donde comparar.

Y es que en vez de una nómina publica abarrotada el estado debe ampliar la base informal ayudándola a que se formalice, ya sea a través de incentivos, seguridad social, seguros de salud, en fin, el puente que se requiere para convertir nuestra economía en vez de dos en una.

Por otro lado, si los impuestos no son progresivos “olviden y tumben” que eso sólo redoblará la evasión y la elusión.

Si se pretenden sacar los fondos a educación, una mala idea pues a mediano y largo plazo se limitará la competitividad de nuestra economía.

Los acontecimientos trillarán el camino luego de enfrentar el hoyo del sector eléctrico y sabremos si es tarde para ablandar habichuelas. Dando y dando, dice el pueblo.