Sebastião Salgado, fotografía al servicio del planeta
Es imposible contener en una sala la inmensidad de la Amazonia, pero es fácil recorriendo la primera planta del Museo de Ciencias Naturales de Londres trasladarse a la mayor selva tropical del planeta por un rato.
Las fotografías monocromas de Sebastião Salgado salpican el espacio como si fueran árboles. En ellas, la belleza subyugante del paisaje, su inmensidad, la diversidad de fauna y flora, las montañas, las nubes, la lluvia, el agua.
El espectador se topa según avanza con pequeños espacios circulares refugio de comunidades indígenas. La cultura, la tradición, la forma de vivir ajena a lo que conocemos como civilización de doce de las casi doscientas que habitan la Amazonia han sido retratadas por Salgado en cuyas imágenes se lee ese diálogo entre humanidad y naturaleza.
En esta colección no figuran la devastación provocada por los incendios, la tala indiscriminada, las explotaciones agroganaderas, mineras o la construcción de infraestruturas que están terminando con este hábitat. «Hemos querido mostrar solo una parte de la Amazonia. El 17% está muerta. Aquí se enseña la parte que está viva«, apunta el fotógrafo. O lo que es lo mismo: la que está en riesgo.
La exposición muestra un diálogo entre humanidad y naturaleza
Salgado cuelga la cámara para sacar el activista ambiental que lleva dentro. «Estamos en un momento dramático de la Historia de nuestro planeta, pero aún podemos hacer algo», apunta cuando faltan unos días para que comience en Glasgow (Escocia) la Cumbre del Clima.
Los líderes mundiales, en sus discursos, señalan el calentamiento global y la lucha contra el cambio climático como una prioridad, una emergencia. Las decisiones políticas, sin embargo, no siempre son tan rápidas como las urgencias que enfrenta el planeta según los científicos. En ese sentido, también cabe la acción individual. Todos podemos hacer algo porque, al fin y al cabo, lo que sucede no es sino una consecuencia de nuestra forma de vivir y particularmente de consumir.
“La fotografía es memoria, un lenguaje que puede transmitir una idea sin necesidad de traducción“
«Si dejamos de comprar madera de la Amazonia daremos pasos para dejar de destruir el bosque; o si dejamos de importar soja de las grandes plantaciones o carne producida en las explotaciones que están acabando con el ecosistema. Si pedimos a los grupos financieros que dejen de invertir en proyectos que están matando la Amazonía; si presionamos a los políticos… podemos hacer muchas cosas para proteger este espacio, su biodiversidad y el hogar de tantas comunidades», continúa en una reivindicación medio ambiental y ecológica pero también antropológica y cultural.
«La fotografía es memoria, un lenguaje que puede transmitir una idea sin necesidad de traducción, sin tener que ser adaptada podemos entender directamente», comenta Salgado. Las imágenes hablan, pero la ciencia también y en ese sentido, el hecho de que esta exposición artística tenga acogida en un templo para los amantes de esta disciplina como es el Museo de las Ciencias Naturales de Londres le da un plus, porque hay explicaciones sobre lo que significa la mayor concentración de árboles que existe para el conjunto del planeta. Se suele decir que es un pulmón para el mundo, pero más allá de la frase hecha, hay datos relevantes que lo avalan.
Fotografía y ciencia de la mano con el objetivo único de proteger la Amazonia.