La cultura es la transformación reflexiva y pensada del entorno
Desde su aparición, hace aproximadamente 70,000 mil años, los miembros de la especie Homo Sapiens empezaron a formar estructuras complejas, compuestas por elementos materiales e inmateriales llamadas culturas. Su objetivo: transformar el medio que les rodea hasta hacerlo más habitable y amigable, más humano.
La cultura es un rasgo ontológico constitutivo de la existencia humana y nos determina en gran medida, pues la comunidad de humanos no responde a una organización meramente instintiva o prediseñada genéticamente, sino que la facultad de la inteligencia y el pensamiento, claves en nuestro desarrollo genético, han hecho posible el desarrollo de la cultura, una característica esencial que distingue a los seres humanos de otras especies y define la manera en que las sociedades humanas se organizan, expresan y transmiten su conocimiento.
Mario Bunge (1995, p. 8) destacado filósofo argentino explica su clave de interpretación del origen de la cultura al señalarla como un ámbito que abarca todo lo que los seres humanos crean, aprenden y comparten: “Mientras los animales inferiores sólo están en el mundo, el hombre trata de entenderlo, y, sobre la base de su inteligencia imperfecta pero perfectible del mundo, el hombre intenta enseñorearse de él para hacerlo más confortable. (…) Un mundo le es dado al hombre su gloria no es soportar o despreciar este mundo, sino enriquecerlo construyendo otros universos. Amasa y remoldea la naturaleza sometiéndola a sus propias necesidades, construye la sociedad y a su vez es construido por ella, trata luego de remoldear este ambiente artificial para adaptarlo a sus propias necesidades animales y espirituales, así como a sus sueños, crea así el mundo de los artefactos y el mundo de la cultura”.
Sólo los humanos disponen del aprendizaje cultural Ayllón (2011, p. 200) explica: “El ser humano no se adapta espontáneamente al medio natural. Su adaptación supone, en realidad, la transformación reflexiva, pensada e inteligente del entorno, y eso es precisamente la cultura: el lenguaje, la técnica, la moral, el derecho, la economía, el arte, la ciencia y la religión. La antropología cultural distingue entre cultura material, constituida por productos materiales fabricados por el hombre, y cultura mental, integrada por formas de pensar, creencias, costumbres, valores y normas”.
A través del desarrollo lingüístico y el aprendizaje social, la persona no agota toda su actividad exclusivamente en las funciones biológicas propias de su especie, por el contrario, el ser humano transforma la naturaleza y se transforma constantemente a sí mismo mediante el trabajo y la cultura.
LA CULTURA ES UNA MANERA DE COMPRENDER EL MUNDO
El concepto de cultura ha sido fundamental desde hace mucho tiempo para las ciencias sociales. Hervé Carrier (1992, p. 151) explica el significado científico de la cultura: «Para los sociólogos y los antropólogos, la cultura es todo el ambiente humanizado por un grupo, es su manera de comprender el mundo, de percibir al hombre y su destino, de trabajar, de divertirse, de expresarse por medio de las artes, de transformar la naturaleza por medio de las técnicas y los inventos. La cultura es el producto del genio del hombre, entendido en su sentido más amplio, es la matriz psicosocial que se crea consciente o inconscientemente, una colectividad, es su marco de interpretación de la vida y del universo, es su representación propia del pasado y su proyecto de futuro, sus instituciones y sus creaciones típicas, sus costumbres y sus creencias, sus actitudes y sus comportamientos característicos, su manera original de comunicarse, de producir y de intercambiar sus bienes, de celebrar, de crear obras, que revelen su alma y sus valores últimos. La cultura es la mentalidad típica que adquiere todo individuo que se identifica con una colectividad, es el patrimonio humano transmitido de generación en generación. Toda comunidad que goce de una cierta permanencia posee una cultura propia: una nación, una región, una tribu, una categoría social definida como los jóvenes, los trabajadores. La cultura designa su manera característica de comportarse, de pensar, de juzgar, de percibirse, y de percibir a los demás cada grupo tiene sus actitudes, sus escalas de valores, en fin, su perfil cultural”.
LA PRIMERA DEFINICIÓN EN SENTIDO ANTROPOLÓGICO
“Conviene advertir que la palabra cultura encierra una doble acepción: una más antigua, clásica o humanista, que se aplica a las “personas de cultura”, y la otra más moderna, antropológica, que se utiliza para designar la psicología colectiva y los estilos de vida típicos de un grupo humano.
Señalemos igualmente que la cultura entendida en el sentido clásico de la palabra tiene generalmente una connotación normativa: la cultura se refiere a ideal a alcanzar.
Por otra parte, la cultura tomada en sentido antropológico es una noción eminentemente descriptiva: la cultura en este sentido describe una situación sociohistórica o sociocultural que, como toda realidad humana, comprende elementos positivos y negativos respecto de la norma ideal.
Si hasta el pasado reciente los autores oponían estos dos sentido, humanista y antropológico, de la palabra cultura, hoy se comprende mejor las interrelaciones constantes que se dan entre la cultura del individuo y la cultura ambiental.
En 1871, el antropólogo Edward Taylor publicó su obra » Primitive Society» donde se encuentra una de las primeras definiciones de cultura en sentido antropológico: «La cultura es ese conjunto complejo que comprende el saber, las creencias, el arte, la ética, las leyes, las costumbres, y cualquier otra aptitud o hábito adquirido por el ser humano como miembro de una sociedad».
IMAGEN: Obra de Robert Delaunay. Una de las figuras icónicas del arte no figurativo del siglo XX.