Los humanos ya consumían tabaco hace más de 12.000 años
El consumo de tabaco, cuya planta Nicotiana es originaria de América, estaba muy extendido entre las poblaciones indígenas de toda América del Norte y del Sur antes del contacto europeo. Su uso hasta nuestros días ha tenido grandes repercusiones en la sociedad. Pero cuándo empezó a expandirse geográficamente la planta ha sido objeto de debate entre la comunidad científica.
El hallazgo de una pipa para fumar de unos 3.300 años de antigüedad, que databa de entre los años 1685-1530 antes de Cristo, al sureste de EE UU, en el Estado de Alabama, reveló los restos de nicotina más antiguos hasta el momento.
El estudio sugería que los primeros consumidores de tabaco vivían en la América del Norte preagrícola, y que la explotación del tabaco se extendió al sureste casi un milenio antes de lo que indicaban las hipótesis del momento. Sin embargo, un nuevo trabajo, publicado ahora en la revista Nature Human Behaviour, demuestra que los humanos utilizaron el tabaco 9.000 años antes de lo que se pensaba.
El equipo del Far Western Anthropological Research Group en EE UU, liderado por el investigador Daron Duke, excavó los restos de un campamento de cazadores-recolectores en el yacimiento de Wishbone, situado en el desierto del Gran Lago Salado, en Utah, y que durante el Pleistoceno fue un gran humedal.
Los autores identificaron un hogar humano intacto con una antigua hoguera de hace unos 12.300 años, rodeado de artefactos de piedra (como puntas de lanza líticas) y hueso de aves acuáticas (como patos). Dentro del hogar se encontraron los restos de cuatro semillas de tabaco carbonizadas, que en otros yacimientos se cree que fueron un subproducto de tabaco de mascar.
¿Qué función tenían esas semillas hace unos 12.300 años? Otros restos encontrados en el yacimiento sugieren que el tabaco no se empleaba como combustible, ni era consumido por los animales al ser tóxico. En el artículo, los científicos especulan que, aunque las semillas no contienen la nicotina, se pudieron usar para fumar. “Es una posibilidad obvia”, señala a SINC Duke.
También indican que las personas pudieron utilizar pequeños envoltorios de hoja vegetal alrededor del tabaco y que se metían en la boca para ser chupados o masticados. Las semillas podían haber sido escupidas. “Hay pruebas arqueológicas en la región de que la gente hacía esto, así que también parece posible”, continúa.
Alimentos y tabaco, cultivos simultáneos
Con este hallazgo, los investigadores muestran que el uso del tabaco no requería domesticación. “La gente lo usaba miles de años antes de la domesticación. Y parece que esta tiene otras razones para producirse, basadas en la población y en las necesidades alimentarias”, comenta el científico.
Según los arqueólogos, este tipo de investigaciones podrían ayudar a comprender mejor, sobre todo desde una perspectiva cultural, las razones que impulsaron el cultivo, el uso y la posterior domesticación del tabaco.
“Es interesante analizar cómo la domesticación de una planta intoxicante como el tabaco se cruza con la de los cultivos alimentarios más o menos en la misma época. La gente estaría atendiendo a sus necesidades sociales tanto como a las alimentarias”, concluye Duke.
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