El desarrollo del a internet ha implicado grandes beneficios para la sociedad y no nos podemos imaginar prescindir de su uso, menos durante esta pandemia del COVID-19 que ha evidenciado la importancia de vínculos más allá de las formas presenciales.

Cada vez más utilizamos el internet para transferir dinero, hacer una compra o una declaración de impuesto o, a través de nuestras redes sociales, ponemos la foto de nuestro almuerzo del día o la de los amigos con los que estuvimos compartiendo. Esa información personal nos revela como somos: refleja nuestros gustos, aficiones, instrumentos financieros que utilizamos y, en general, nuestra vida.

La información personal,  tanto de la vida privada o pública, se capta y es compartida para múltiples fines, haciendo difícil a las personas mantener un control sobre dicha información y por tanto, generando riesgos.

El artículo 44 de la Constitución Dominicana en lo relativo al Derecho a la Intimidad y el Honor Personal dispone, en su numeral segundo, cito “2) Toda persona tiene el derecho a acceder a la información y a los datos que sobre ella o sus bienes reposen en los registros oficiales o privados, así como conocer el destino y el uso que se haga de los mismos, con las limitaciones fijadas por la ley. El tratamiento de los datos e informaciones personales o sus bienes deberá hacerse respetando los principios de calidad, licitud, lealtad, seguridad y finalidad. Podrá solicitar ante la autoridad judicial competente la actualización, oposición al tratamiento, rectificación o destrucción de aquellas informaciones que afecten ilegítimamente sus derechos.”

Bajo ese marco constitucional, la protección de datos es un derecho fundamental en nuestra nación y un cimiento importante en la lucha mundial del fortalecimiento de  los sistemas y salvaguardas para proteger información personal, asegurar que podamos decidir si deseamos o no compartir ciertos datos, el tiempo de tener acceso a ellos, en cuales circunstancias y como poder modificar la información que en algún momento compartimos, entre otras.

En el Día Internacional de la Protección de Datos Personales conviene recordar que es un tema que nos toca directamente, aun cuando no lo percibimos en el día a día.