El Jardín Botánico Nacional conmemoró el natalicio de Erik Leonard Ekman (1883-1931), un botánico sueco que dejó una huella imborrable en la historia de la flora caribeña.

Su incansable trabajo en la clasificación y descubrimiento de especies en República Dominicana fue crucial para el conocimiento de nuestra biodiversidad. Gracias a su pasión por la naturaleza, hoy podemos seguir disfrutando y preservando muchas de las especies que él registró.

En 1914 llegó a América; estuvo en Cuba y La Española coleccionando especímenes para el proyecto botánico «Symbolae Antillanae» de Urban, quedándose en estas regiones debido al comienzo de la Primera Guerra Mundial, disturbios políticos en Haití, y una epidemia de peste en Cuba, donde permanece por 10 años.

En 1924 regresa a Haití, donde comenzó un intenso periodo de trabajo de campo hasta 1928, cuando fue a la República Dominicana para seguir más estudios. En 1931 le sorprende la muerte en la ciudad de Santiago de los Caballeros en República Dominicana.

Ekman contribuyó con el conocimiento de la flora de Las Antillas más que ningún otro científico previamente. Describió más de 2000 especies nuevas para la ciencia.

También hizo algunos descubrimientos geográficos, dibujó nuevos mapas de las montañas de Haití y fue uno de los primeros en medir con mayor precisión la más alta montaña de las Antillas, el Pico Duarte. Ekaman colectó también aves, mamíferos y reptiles.
Murió el 15 de Enero de 1931.