Hallado un dientes de sable extinto del tamaño de un gato montés
El fósil hallado en el yacimiento de Santiago Formation (California, EE UU) y bautizado con el nombre de Diegoalelurus vanvalkenburghae es único: representa el primer espécimen descubierto en Norteamérica de un depredador con un tamaño parecido al del gato montés actual.
Tan solo se conserva la parte inferior de la mandíbula, con dientes casi intactos que aportan valiosa información sobre el comportamiento y evolución de los primeros mamíferos que tuvieron una dieta basada exclusivamente en carne (hipercarnivorismo). Los detalles se han publicado en la revista PeerJ.
“En la actualidad, la habilidad para alimentarse solo de carne no es tan rara: los tigres, leones, o incluso los osos polares son ejemplos claros; si tienes un gato, es posible que tengas a un hipercarnívoro en casa”, explica Ashley Poust, coautor del trabajo, e investigador del Museo de Historia Natural (NAT) de San Diego, en EE UU.
“En cambio, hace 42 millones de años los mamíferos aún estaban averiguando como sobrevivir alimentándose exclusivamente de carne”, añade Poust.
Según el paleontólogo, uno de los mayores avances evolutivos en este sentido se produjo cuando algunos mamíferos desarrollaron dientes especializados para cortar carne, una característica anatómica presente en este fósil recién descubierto.
Un fósil muy valioso
Este depredador prehistórico pertenece a la subfamilia de los Machaeroidinos (Machaeroides), un misterioso grupo animal extinto en la actualidad, sin relación cercana con los carnívoros actuales.
“Sabemos muy poco sobre ellos, así que cualquier descubrimiento nos aporta mucha información”, subraya Shawn Zack, investigador de la Universidad de Arizona y primer autor del estudio.
“Este fósil de Diegoaelurus, relativamente completo y bien conservado, es especialmente útil porque los dientes nos permiten inferir la dieta y empezar a entender cómo se relacionan los Machaeroides entre sí», añade el investigador.
El nombre del depredador hace honor al condado de San Diego, donde se encontró el espécimen, y a la científica Blaire Van Valkenburgh, expresidenta de la Sociedad de Paleontología de Vertebrados, cuyo pionero trabajo sobre la evolución de los carnívoros influyó en esta investigación, según indican los autores.
Hacia una dieta carnívora
El D. vanvalkenburghae era del tamaño de un gato montés, pero con la barbilla ósea orientada hacia abajo para proteger sus dientes de sable superiores. Sus características habrían sido las de un cazador eficiente y relativamente nuevo. “No existía nada parecido en los mamíferos de esa época”, explica Poust.
“Algunos antepasados de los mamíferos tenían colmillos largos, pero el Diegoaelurus y sus escasos parientes representan la primera adaptación felina hacia una dieta basada exclusivamente en carne, con dientes de sable en la parte delantera, y dientes de tijera cortantes —llamados carnales— en la parte trasera”, añade el autor. Este animal y sus parientes representan una primera tentativa de hipercarnivoría: el estilo de vida que siguen los felinos actuales.
Según los autores, esta es una potente combinación morfológica que varios grupos de animales han desarrollado de forma independiente en los millones de años transcurridos desde entonces.
Una pieza más del rompecabezas evolutivo
Con sólo un puñado de especímenes fósiles procedentes de Wyoming y Asia, los machaeroidinos son tan poco conocidos que los científicos ni siquiera están seguros de si había varias especies conviviendo en el mismo periodo de tiempo. “Este hallazgo demuestra que eran más diversos de lo que pensábamos”, apunta Zack.
“Ya sabíamos que existía un felino de mayor tamaño, Apataelurus, que vivía en lo que hoy es el este de Utah. Ahora hemos encontrado este espécimen más pequeño que vivió aproximadamente en la misma época, lo que indica la posibilidad de que encontremos más”, añade.
Además de esta coexistencia solapada, Poust señala que estos individuos podrían haber compartido espacio con otros dientes de sable.
“El Diegoaleurus, aunque antiguo, es el más reciente de estos depredadores Machaeroides, lo que lo sitúa a poca distancia de la época en que los siguientes animales felinos llegaron a Norteamérica, conocidos como nimravides o falsos felinos de dientes de sable”, señala.
“¿Coincidieron alguna vez estos grupos? ¿Compitieron por el espacio y las presas? Aún no lo sabemos, pero San Diego está demostrando ser un lugar sorprendentemente importante para investigar la evolución de estos animales prehistóricos”, concluye Poust.
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