Emergencia: la Biblioteca Amazónica de Iquitos necesita nuestra ayuda para recuperar fotografías históricas destruidas en incendio

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Desde 1972 la Biblioteca Amazónica de Iquitos alberga joyas históricas como la primera edición del libro del geógrafo italiano Antonio Raimondi de 1895 acerca del Perú, dedicado con su puño y letra al presidente Nicolás de Piérola. Esta colección que asciende a más de 30 mil libros pertenece al Centro de Estudios Teológicos de la Amazonía (CRTA) y puede ser considerada la segunda en su género en el mundo, solo superada por la que se encuentra en la ciudad de Belén do Pará, en Brasil. Además cuenta con una hemeroteca, fototeca, mapoteca y pinacoteca.

El pasado 7 de octubre todo este acervo histórico estuvo a punto de hacerse cenizas. Un incendio ocurrido, según las primeras investigaciones, por un corto circuito, destruyó libros, fotografías, laptops, cámaras fotográficas y escáneres que se usaban para la digitalización de su acervo.

El director de la Biblioteca Amazónica, el hermano Víctor Lozano nos indicó que unas 3,000 fotografías y 100 libros aproximadamente se vieron afectados por el agua y el hollín producto del incendio. Solo un pequeño porcentaje de estas imágenes, que datan de finales del siglo XIX, habían sido digitalizadas.

El hermano Víctor Lozano también informó que desde este lunes contaban con la asesoría de Maribel Chamorro, conservadora de la Biblioteca Nacional del Perú, quien junto a 10 voluntarios de la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional de la Amazonía vienen removiendo escombros y rescatando los materiales afectados.

A los deterioros producidos por el agua y el hollín se suman las carencias de luz, ventiladores y aspiradoras. Por eso tanto Maribel Chamorro y Víctor Lozano hacen un llamado a la comunidad para que donen estos aparatos con los que podrán recuperar el material dañado. Las personas e instituciones interesadas en colaborar pueden escribir al correo [email protected]

La situación en la Biblioteca Amazónica es crítica. En tan solo cuatro días las fotografías afectadas ya comienzan a presentar hongos. Maribel Chamorro nos explica que tienen en contra el clima tropical y que por eso la emergencia no ha terminado. Este será un trabajo arduo y de largo aliento.

El incendio se produjo en la sala de digitalización de la Biblioteca Amazónica ubicada en frente al malecón Tarapacá. Foto: Biblioteca Amazónica

No debemos esperar que un desastre ocurra para tomar conciencia de la importancia de nuestro patrimonio visual. El caso ocurrido en la Biblioteca Amazónica ha encendido las alarmas de todos aquellos que tienen a su cargo o están involucrados con un archivo.

¿Qué hacer en caso de desastre en un archivo?

Identificar los daños y hacer un diagnóstico de lo que se puede recuperar constituyen los primeros pasos hacia la recuperación de un acervo según nos manifiesta Larry Mendoza, restaurador de papel peruano. Además puntualizó que será una labor que puede durar años.

Cecilia Salgado, conservadora-restauradora mexicana, nos aconseja identificar el grado de intensidad de la emergencia: si es un evento catastrófico que afecta a la comunidad; emergencia que envuelve solo a la institución; o de menor a moderada en un área específica de la institución, como ha sido el caso de la Biblioteca Amazónica.

Una vez ocurrida la emergencia se debe “parar, observar y escuchar”. Cada institución debe tener un plan de respuesta ante emergencias sean incendios, inundaciones, explosiones o terremotos. Para Cecilia Salgado primero se debe salvaguardar la integridad física del personal.

Así lucen las fotografías que están recibiendo los primeros auxilios luego del incendio ocurrido en la Biblioteca Amazónica en Iquitos. Foto: Biblioteca Amazónica

Como prioridad se debe alertar a las autoridades de la institución. Una vez apagado el incendio o controlada la inundación, si fuera el caso, reunir herramientas y materiales para el rescate como: guantes, mascarillas, papel toalla, bandejas, pinzas de plástico, brochas, algodón, cordeles para secado, entre otros.

Seleccionar un área para realizar las labores de rescate como: lavado, secado, limpieza, etc. Además se debe buscar la asesoría de un especialista en conservación. Asimismo es importante fotografiar los daños y las acciones tomadas.

Revisar constantemente las instalaciones eléctricas y tuberías de agua; así como, el estado general del inmueble donde está ubicado el archivo constituye la mejor estrategia para prevenir desastres. Asimismo, la capacitación del personal que trabaja en bibliotecas y archivos es de vital importancia.