El metano detectado por Curiosity podría originarse en un punto cercano del cráter Gale
La observación de metano en Marte ha generado gran debate en la comunidad científica ya que, en nuestro planeta, la mayor parte del metano emitido tiene un origen biológico. El metano en la atmósfera marciana fue descubierto en la primera década de los años 2000 y, desde entonces, observaciones desde la Tierra y desde la órbita del planeta rojo han mostrado gran variabilidad espacial y temporal, lo que implicaría emisiones activas desde la superficie.
En los últimos años, el rover Curiosity ha detectado en el cráter Gale de Marte tanto metano de fondo como aumentos repentinos en su abundancia. Al principio, se pensó que las medidas de metano de fondo detectadas por Curiosity se correspondían con un nivel promedio en Marte y que los aumentos repentinos podían tener origen en una fuente de metano local o regional.
Sin embargo, observaciones recientes desde órbita realizadas por el ExoMars Trace Gas Orbiter no han detectado metano en la atmósfera del planeta marciano, lo que contradice aparentemente las medidas del robot explorador.
Origen de las emisiones de metano
Las simulaciones numéricas presentadas en dos estudios dirigidos por Daniel Viúdez-Moreiras, investigador del Centro de Astrobiología (CAB, CSIC-INTA), recientemente publicados en las revistas científicas Progress in Earth and Planetary Science y en Journal of Geophysical Research: Planets, indican, por primera vez, que tanto los aumentos repentinos de metano como las medidas de metano de fondo llevadas a cabo por Curiosity, tendrían el mismo origen en emisiones localizadas cercanas al rover. Estos resultados satisfacen simultáneamente las restricciones impuestas por las observaciones de Curiosity y de ExoMars.
Asimismo, los resultados numéricos son compatibles con las conclusiones de un estudio previo publicado en Geophysical Research Letters por el equipo de ciencia de Curiosity, donde se sugirió que el metano podría estar siendo emitido desde las primeras capas de regolito –capa de roca suelta y fragmentos minerales que cubren un fondo rocoso sólido–, o transportado rápidamente a la superficie desde reservorios situados a más profundidad a través de fracturas en el terreno.
Los resultados presentados en estos estudios permiten reconciliar las observaciones de Curiosity y de ExoMars TGO y abren la posibilidad a que el rover pueda explorar la región donde hipotéticamente se estaría emitiendo el metano, e investigar así su posible origen.
El estudio de modelado también apunta a un escenario improbable o problemático: o existe un mecanismo de destrucción de metano fuerte y desconocido en la atmósfera de Marte, capaz de destruirlo órdenes de magnitud más rápido que cualquier mecanismo conocido hasta la fecha, o las emisiones de metano son extremadamente poco comunes en el planeta marciano y el Curiosity ha aterrizado fortuitamente junto a una de ellas.
Se necesitarán más datos obtenidos desde el rover y desde los orbitadores para entender los procesos que están involucrados en el metano marciano.
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