Probablemente reconozca el sicomoro o el plátano como una delicia callejera a menudo plantada, pero puede que se sorprenda por sus interesantes relaciones evolutivas.

Abramos los ojos.

Los sicómoros se pueden identificar por su corteza pelada, que es bastante característica y sus hojas de arce.

Sin embargo, dos de sus parientes vivos más cercanos son las plantas del género Proteus, un grupo interesante que está restringido a Sudáfrica, Australia y las regiones circundantes, y el loto que no se parece en nada porque estas plantas se ven drásticamente diferentes.

Los científicos los habían colocado en linajes separados durante cientos de años hasta que la evidencia de ADN indicó que, de hecho, eran los parientes vivos más cercanos del otro.

Una hipótesis de por qué estos grupos se ven tan drásticamente diferentes es que hubo muchas extinciones en la historia evolutiva de este amplio grupo que podría haber llevado a la pérdida de muchas formas intermedias. Y además porque todos los seres vivos y en especial las plantas tienen que adaptarse al lugar dónde viven y esto al final influye en su apariencia.