Bordado de Palestina, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura declaró el bordado de Palestina como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, junto a otras 42 expresiones culturales alrededor del mundo.
En Palestina, aunque el arte tradicional del bordado se practicaba antes casi exclusivamente en las zonas rurales, hoy está muy extendido por todo el país y entre los miembros de la diáspora.
El atuendo de las aldeanas se compone en general de un vestido largo, un pantalón, una chaqueta, un pañuelo para la cabeza y un velo.
Esas prendas suelen ir adornadas con bordados de muy diversos motivos –aves, árboles o flores– que se realizan con hilo de seda en tejidos de lana, lino o algodón, y los motivos ornamentales y colores escogidos para ejecutarlos son indicativos de la región de procedencia, la situación matrimonial y la condición socioeconómica de cada mujer.
Como este arte tradicional es una práctica social e intergeneracional, las bordadoras se reúnen a coser y bordar en casa de alguna de ellas haciéndose acompañar a menudo por sus hijas. Individualmente o en grupo, muchas de ellas confeccionan piezas bordadas para venderlas y obtener así ingresos suplementarios para sus familias. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmite de madres a hijas y también mediante un aprendizaje formal.