Desde que el gobierno de Luis Abinader y el PRM se inventaron poner una tercera dosis en los músculos deltoides de los dominicanos, una serie de acontecimientos se han producido a nivel mundial, que han puesto en evidencia la temeridad, irresponsabilidad y falta de juicio que han tenido las autoridades dominicanas cuando juegan con el tema de una tercera dosis de vacuna contra el COVID, como si una decisión como esa fuera tan sencilla de tomar.

Este modelo de comunicación impuesto por el más que bien pagado asesor en este tema del actual gobierno, donde intentan tapar una noticia con otra, en una vorágine que no permite un análisis profundo de ningún tema, que podrá entrampar a los que quieran, defendiendo sus intereses personales y económicos, pero no a quienes seguimos las informaciones que sobre la pandemia y sus efectos llegan desde el exterior.

Mientras aquí se cubrió con operaciones acuáticas la ¨escuelota¨ que montaron en el Palacio Nacional, donde médicos calificados dejaron en claro, delante del mismo presidente de la República, que eso no tenía sustento en ningún estudio diseñado para tomar una medida tan radical, estaban ocurriendo situaciones conflictivas con la farmacéutica Pfizer en los mismos Estados Unidos y otros países del mundo.

Y es que todo se trata de negocios, es más, podemos adivinar sin ningún temor a equivocarnos, que cuando en la República Dominicana se transparente el dispendio de recursos económicos que se ha producido con el tema de la vacunación, será un escándalo de tal magnitud que removerá los cimientos del gobierno del PRM.

La frasecita esa de que ¨no quiero muertos¨ aunque haya un exceso de vacunas, no tendrá valor ante el análisis frio de las cifras, donde lo primero que se cuestionará es la falta de planificación y  después el uso de la ley de emergencia para pasar por debajo de la puerta procesos de compras que tendrán que ser cuestionados en su momento, mientras tanto dejemos ¨que siga la fiesta¨ que en algún momento cantará el gallo.

Lo que menos podrán explicar, es como se han producido compras de más de 30 millones de dosis de vacunas, que no son nada baratas, para una población que incluyendo los niños de 12 años para arriba, no necesita mas que 17 millones, es decir, se han comprado tantas vacunas que no hay tantos brazos para ponerlas, esto parece ser el origen del invento de la tercera dosis.

¿Y porqué decimos que es un negocio?, pues porque lo es, y lo respondió de forma muy clara y contundente el Centro de Enfermedades Contagiosas (CDC) y la Administración de Drogas y Farmacia (FDA), que son las autoridades sobre el tema en los Estados Unidos, ante una petición de la compañía Pfizer donde se hizo la solicitud para que les aprobaran una tercera dosis y se la rechazaron.

Pfizer no es una empresa publica que trabaja para el bien común, es una farmacéutica que busca la mayor cantidad de utilidades económicas posibles para sus accionistas, es decir, vender lo más que puedan, vacunas en este caso, para ganar dinero, y esto muchas veces choca, en el caso de la industria productora de fármacos, con la ética que debe asumir todo el que trabaja con seres humanos, de cuyo bienestar se supone se ocupa el sector salud.

¿Qué respondieron la CDC y la FDA a la petición de Pfizer?

Pues le dieron un rotundo NO, INCREIBLE QUE EL CIENTIFICO DOMINICANO ADIVINA-A-VER contradijo esta decisión y no solo dijo SI, no pensando en las consecuencias para los que recibirán esa tercera dosis en sus brazos, sino se atrevió a justificarlo reuniendo a una cantidad de médicos en el Palacio de gobierno, una forma típica de presión del poder, donde de lo único que no se habló fue de la data que justificara esa decisión o del diseño del estudio de seguimiento para una acción tan temeraria.

Pues el CDC y la FDA que no le cogen corte a Pfizer ni a ninguna farmacéutica por muy rica que sea, les dijo lo siguiente como respuesta: NO SE REQUIERE UNA NUEVA TERCERA DOSIS DE LA VACUNA PARA EVITAR EL CORONAVIRUS¨.

Y más, ¨LAS PERSONAS QUE ESTAN COMPLETAMENTE VACUNADAS ESTAN PROTEGIDAS DE ENFERMEDADES GRAVES Y LA MUERTE. INCLUSO DE LAS VARIANTES QUE CIRCULAN ACTUALMENTE EN EL PAIS COMO DELTA¨ (se refiere en el caso de la variante Delta a los Estados Unidos porque aquí siguen ocultando esa información¨.

Es decir, donde inventaron la vacuna le pararon el coche a Pfizer, y la razón es muy sencilla, no existen estudios clínicos que confirmen la necesidad de aplicarse una dosis de refuerzo a las personas vacunadas con el ciclo completo, y lo segundo, aun más importante , no existen estudios a largo plazo de los efectos secundarios que podría tener esta vacuna, y esto porque no existe el tiempo material para haberlos realizado, porque la primera vacuna de Pfizer fue aplicada por primera vez en el mes de noviembre del año pasado, y no es verdad que en 9 meses puedan existir datos en el largo plazo.

Pero para eso están los ratoncitos de laboratorio de una isla del Caribe, un país de los llamados ¨Shit hole¨ por un ex presidente norteamericano muy amigo del actual gobierno, donde si es posible poner una tercera dosis de vacuna de Pfizer, sin que exista ningún tipo de cuidado en lo que podría causar en el largo plazo, después de todo los habitantes de ese lugar son un grupo ¨disposable¨ y no importa lo que pase con ellos en el futuro.

Y eso es tan seguro, que nadie puede presentar el diseño de un estudio realizado en esa isla sobre una medida que está en contra del criterio de la Organización Mundial de la Salud, entidad que vela por la salud en todo el mundo y dejó su posición claramente expresada en un documento publico que guardaremos con celo porque estamos más que seguros que tendrá sus consecuencias.

Mientras, deberíamos acceder a cambiar el nombre el país, es un proyecto de años que todavía desata múltiples opiniones, unos dicen que debe quedarse como República Dominicana, otros hablan de que es muy largo y solo debía llamarse Dominicana, pero nosotros proponemos ante las circunstancias que estamos viviendo y para que sea una marca para el futuro: REPUBLICA DE CONEJILLOS DE INDIAS , al final eso es lo que somos.