Líneas de Guerra. Rey blanco

09-11-2020
Política
Ojalá, República Dominicana
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Mr. White es un hombre supremamente inteligente, psicólogo de profesión, con un saber erudito acerca del comportamiento humano. Es, además, un psicópata muy sofisticado, cobra la vida de sus víctimas acorralándolos emocional y moralmente hasta que se ven obligados a suicidarse.

Alrededor de las refinadas maldades de este singular personaje gira la pentalogía escrita por el español Juan Gomez-Jurado: El Paciente, Cicatriz, Reina Roja, Loba Negra y, la más reciente publicada el jueves pasado, Rey Blanco.

En cada una de ellas hay un retrato preciso de los límites que está dispuesto a traspasar un ser humano por una cuota de poder o riqueza.

Mientras devoraba las páginas de Rey Blanco reflexionaba acerca de la elección de los nuevos miembros de la Junta Central Electoral y todo lo que se llevó de paso la mancuerna Leonel-Abinader.

La mayoría de los analistas del patio califican como torpeza del presidente Abinader entregar la JCE a Leonel Fernández.

Sin embargo, lo realmente perjudicial de este hecho es que el jefe del Estado, además de abandonar la saludable práctica de procurar consenso entre los partidos y la sociedad para que la Junta estuviera integrada por personas no objetadas por ningún sector, asumiera personalmente la operación de imponer en el Senado una Junta Central Electoral que no contaba ni siquiera con el respaldo de su propia bancada en el Congreso.

Claro está, esa línea bajada en Palacio a los senadores perremeístas llegó con su guarnición: promesa de obras en sus respectivas provincias y mantener el criticado Barrilito (por arte de magia ningún periodista “independiente” aborda el tema en sus respectivas trincheras, ni aparecen reportajes periodísticos divulgando cuánto recibe cada senador por ese concepto).

Cuando vimos al presidente Abinader llegar a su toma de posesión en un Tesla, uno de esos eléctricos tan carísimos que sólo se pueden permitir los ricos. Y que además te convierten en mejor persona en cuanto los compras, nadie imaginó que se atrevería a pedirle públicamente a la Cámara de Cuentas su renuncia y, mucho menos, que le iba a pasar un papelito a sus senadores con los nombres de una JCE cuyos integrantes son hostiles al bloque opositor encabezado por el PLD y el PRD.

La reina es la figura más poderosa del tablero. Pero por poderosa que sea una pieza de ajedrez no debe olvidar que siempre hay una mano que la mueve. Si la política dominicana se viviera como una partida de ajedrez o hiciera parte de la trama contada por Gómez-Jurado todos tendríamos claro quien es la reina o el rey blanco y quien el Mr. White que las mueve a su antojo.

(He insertado en este artículo algunos fragmentos de Rey Blanco con la intención de dar una probadita de este exquisito thriller, si los descubren vayan y adquieran la pentalogía. Me lo agradecerán).